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METÁSTASIS LEPTOMENÍNGEAS PERIMEDULARES (Leptomeningeal Extramedullary Metastases. MRI Findings) by luis mazas artasona. Junio 2015.

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En la entrada anterior presentábamos una serie de imágenes de TAC e IRM donde se mostraba el aspecto característico de la diseminación metastásica, de algunas neoplasias, en la leptomeninge encefálica. Desgraciadamente este proceso no se detiene en el encéfalo, sino que la infiltración neoplásica de la leptomeninge se va extendiendo, en algunos casos, por la piamadre que rodea a la médula, hasta el cono medular y, a veces, hasta las raíces de la cola de caballo (Figura 1). En la mayoría de los casos es una diseminación intradural, extramedular.

La modalidad de diagnóstico por imagen más sensible, para detectar este tipo de diseminación neoplásica, también es la IRM, con contraste endovenoso. Las neoplasias que se extienden a los largo del canal espinal, son las mismas que infiltran la leptomeninge encefálica. Por ese motivo en las exploraciones prequirúrgicas o en los controles postoperatorios de algunos tumores encefálicos (como el meduloblastoma) es conveniente explorar el encéfalo y el canal espinal completo. Hay que tener en cuenta que el contraste endovenoso (Gadolio)  utilizado para la cabeza, sirve también para explorar toda la columna sin necesidad de una segunda inyección. Las imágenes potenciadas en T2, no aportan datos significativos en la mayoría de los casos, por lo que se pueden eliminar para no someter al paciente a un examen demasiado largo, y sería suficiente con los cortes de orientación sagital potenciados en T1.

En dichas imágenes FSE-T1 Gd o TSE-T1 Gd, la diseminación leptomeníngea produce un realce, poco intenso, de la piamadre que rodea a la médula. E un hallazgo bastante característico porque simula a los raíles de la vía del tren. Aunque el diagnóstico definitivo de esta forma de de diseminación metastásica se consigue mediante análisis del LCR, extraído por punción lumbar, el hallazgo de un realce perimedular, en un paciente oncológico es bastante concluyente. A continuación presentamos algunos casos de metástasis leptomeníngeas perimedulares.


FIGURA 1) Representación pictórica figurada de metástasis leptomeníngeas cervicales.
Mazas-Artasona, L. Metástasis leptomeníngeas perimedulares.(Leptomeningeal Extramedullary Metastases. MRI findings).  www.elbaulradiologico. Junio 2015.
Key Words: Leptomeningeal Extramedullary Metastases.Leptomeningeal Metastases. Leptomeningeal,  Intradural, Extramedullary, Metastases


CASO 1                                                                                                   

Mujer de 10 años. Intervenida de un meduloblastoma cerebeloso.

FIGURA 1A) Diseminación metastasíca cerebelosa característica, (flechas) en un niño de 10 años al que se le había resecado un meduloblastoma vermiano.


FIGURA 1B)Imagen FSE-T2. En las imágenes potenciadas en T2 los hallazgos son un tanto anodinos. El contorno de la médula puede ser irregular y es posible apreciar pequeños focos intensos de isquemia medular.


FIGURA 1C) Imagen FSE-T1 con contraste. La piamadre infiltrada se realza ligeramente con el contraste administrado y delinea el contorno sagital de la médula. 


FIGURA 1D) Imagen FSE-T2. En esta potenciación los hallazgos, en la región dorsal, son inexistentes y la exploración podría etiquetarse de normal.

FIGURA 1E) La misma imagen, repetida después de administrar 10 cc de contraste endovenoso, muestra el realce metastásico de la piamadre.

FIGURA 1F) En los casos dudosos, en los que el realce es inexistente o no se produce, es útil modificar el Nivel y la Amplitud de Ventana. Cuando no hay infiltración macroscópica, la médula se oscurece por completo y desaparece (C). 


FIGURA 1G) Imagen FSE-T1 + Gd. Sin embargo cuando se ha producido infiltración leptomeníngea (Flechas), al modificar el Nivel y la Amplitud de Ventana, la médula se oscurece y la piamadre infiltrada se mantiene brillante, como dos "raíles" que delinean el contorno medular (Flechas).

CASO 2                                                                                                   

Mujer de 36 años. Melanoma.

FIGURA 2A)Imagen FSE-T2. En esta otra paciente, los hallazgos detectados en las imágenes convencionales, potenciadas en T2, fueron negativos.

FIGURA 2B) Imagen FSE-T1 con contraste. En cambio en la serie con Gd,  la piamadre infiltrada se realza ligeramente con el contraste administrado y delinea la médula (Flechas). Metástasis leptomeníngeas.


FIGURA 2C) Imagen FSE-T2. En la imagen potenciada en T2, de la médula dorsal, el resultado fue negativo también.


FIGURA 2D) Imagen FSE-T1 con contraste. Y como era de esperar, en la serie con Gd,  la piamadre infiltrada se realza de manera filiforme (Flechas). 

CASO 3                                                                                                   

Mujer de 48 años con neoplasia de mama.

FIGURA 3A) La mayoría de pacientes que presentan metástasis encefálicas leptomeníngeas también suelen tenerlas en el canal espinal.


FIGURA 3B) Imagen FSE-T1 con contraste. La piamadre infiltrada se realza ligeramente con el contraste administrado y delinea el contorno de la médula (Flechas). Metástasis leptomeníngeas.


FIGURA 3C) En la región lumbosacra, se observa un engrosamiento de la piamadre que envuelve al cono medular y, especialmente, de las raíces de la cola de caballo. 


BIBLIOGRAFÍA:


1) Brant WE, Helms CA. Fundamentals of Diagnostic Radiology. Lippincott Williams & Wilkins. (2006) ISBN:0781765188.
2) Kastenbauer S, Danek A, Klein W, Yousry TA, Bise K, Reifenberger G, Pfister HW. Primary diffuse leptomeningeal gliomatosis: unusual MRI with non-enhancing nodular lesions on the cerebellar surface and spinal leptomeningeal enhancement. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 2000 Sep; 69(3):385-8.
3) Hansen N, Wittig A, Hense J, Kastrup O, Gizewski ER, Van de Nes JA.Long survival of primary diffuse leptomeningeal gliomatosis following radiotherapy and temozolomide: case report and literature reviewEur J Med Res. 2011 Sep 12; 16(9):415-9.




3) "DROP" METÁSTASIS. DISEMINACIÓN METASTÁSICA CEFALORRAQUÍDEA A LO LARGO DEL CANAL ESPINAL (Spinal Drop Metastases) by luis mazas artasona. Julio 2015.

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Las vías de diseminación metastásica más frecuentes, hematógena y linfática, de algunas neoplasias son de sobra conocidas, pero cuando se piensa en el Sistema Nervioso Central (SNC) hay que tener en cuenta también la dispersión de células cancerosas circulando en el líquido cefalorraquídeo que recorre el espacio subaracnoideo intracraneal y espinal.

Esta forma de diseminación, característica del SNC, se conoce con los términos ingleses de "drop metastases" porque las células desprendidas de un tumor encefálico primario o de alguna metástasis cerebral o cerebelosa, circulan por el líquido cefalorraquídeo y precipitan, por gravedad como las gotas (drops) de la lluvia, hacia la porción más declive del espacio subaracnoideo espinal (Figura 1). Por ese motivo es frecuente encontrar metástasis nodulares, intradurales, extramedulares, que se desarrollan alrededor del cono medular y entre las raíces de la cola de caballo. También se suelen observar nódulos metastásicos en el espacio subaracnoideo cervical y dorsal. La IRM es la única modalidad de Diagnóstico por Imagen capaz de detectar estas metástasis.




FIGURA 1) Representación pictórica figurada de un tumor cerebeloso  desprendiendo células neoplásicas que se diseminan, por gravedad, a lo largo del espacio subaracnoideo espinal.

Mazas-Artasona, L. Drop Metastases.  www.elbaulradiologico. Julio 2015.
Key Words: Drop metastases. Metastases that spread through the CSF.

En algunos pacientes oncológicos, no llegan a desarrollarse nódulos macroscópicos porque el control de IRM se realiza en una fase relativamente temprana. En estos casos, las células precipitan en la porción más declive del saco tecal produciendo un nivel, como el que se observa en los tubos de ensayo de laboratorio cuando precipitan los elementos formes de la sangre, de una muestra.

En los niños, el meduloblastoma es el tumor maligno que produce "drop metastases" (metástasis que gotean) con mayor frecuencia. Por ese motivo, en los exámenes de IRM de extensión tumoral, hay que explorar el encéfalo y todo el canal espinal, con contraste endovenoso. (En total cuatro exploraciones en el mismo paciente: encefálica, cervical, dorsal y lumbosacra, en los aparatos convencionales) En los adultos se pueden detectar "drop metastases" en los glioblastomas, pero también en otras neoplasias sistémicas como el carcinoma de pulmón, el de mama, el de colon o las leucemias agudas. Sin embargo es una forma de diseminación infrecuente.

La sintomatología clínica refleja la infiltración de las raíces lumbosacras y se manifiesta por lumbalgia, y trastornos sensitivos y motores de intensidad variable.




FIGURA 1) Representación pictórica figurada de "drop metástases" con implantes nodulares entre las raíces de la cola de caballo. Las células neoplásicas libres precipitan y forman un nivel en la porción más declive del saco dural.

CASO 1)                                                                                                


Varón de 65 años. Carcinoma de pulmón con metástasis encefálicas. Voluminosa metástasis cerebral derecha.


FIGURA 1-A) Imagen SE-EPI, potenciada en Difusión Isotrópica (DWI). Voluminosa metástasis (asterisco) en la región frontal derecha. Al ser una lesión que abomba en la superficie, es posible que libere células neoplásicas al espacio subaracnoideo. 


FIGURA 1-B) Imagen FSE-T1 + Gd. Primer implante metastásico intradural, extramedular, a la altura de D2-D3.
FIGURA 1-C) Imagen FSE-T2. Las flechas señalan varios implantes en la región lumbosacra.


FIGURA 1-D) Imagen FSE-T2. Las flechas señalan varios implantes entre las raíces lumbosacras. En la porción más declive del saco dural, las metástasis se han compactado formando una masa heterogénea.


FIGURA 1-E) Imagen FSE-T1 + Gd. En las imágenes con contraste endovenoso se produce un discreto realce de las lesiones. 

CASO 2)                                                                                                

Varón de 65 años. Carcinoma de pulmón con metástasis encefálicas. Dolor lumbosacro intenso y trastornos esfinterianos.


FIGURA 2-A) Imagen FRFSE-T2. En las imágenes potenciadas en T2 se intuyen las metástasis nodulares. 


FIGURA 2-B) Imagen FSE-T1+ Gd. Las flechas señalan las metástasis nodulares que se han realzado con contraste.


FIGURA 2-C) Imagen FSE-T1+ Gd. Las flechas señalan las metástasis nodulares que se han realzado con contraste.

CASO 3)                                                                                                

 Varón de 42 años. Carcinoma de colon con metástasis encefálicas.


FIGURA 3-A) Imagen FSE-T1. En esta potenciación apenas se distinguen los nódulos metastásicos.


FIGURA 3-B) Imagen FRFSE-T2. En las imágenes potenciadas en T2 se observan mejor los nódulos intradurales (flecha). 


FIGURA 3-C) Imagen FRFSE-T2 con Saturacion Grasa (Sat fat). Los cortes de orientación coronal también resultan demostrativos. Drop metástasis (Flechas). 



FIGURA 3-D) Imagen FRFSE-T2 con Saturacion Grasa (Sat fat). En Los cortes de orientación coronal se observan pequeños nódulos dispersos entre las raíces. Drop metástasis (Flechas). 


FIGURA 3-E) Imagen FSE-T1+ Gd con Saturación Grasa. Las exploraciones con contraste y Saturación Espectral de la grasa permiten detectar con gran nitidez las metástasis nodulares (flechas).


FIGURA 3-F)Imagen FSE-T1+ Gd con Saturación Grasa. Las exploraciones con contraste y Saturación Espectral son aconsejables. Drop metástasis (flechas).

BIBLIOGRAFÍA: 
1) Perry Choi and Shane Shapera. Drop metastases.CMAJ August 29, 2006 vol. 175 no. 5.
2) Yu H, Yao TL, Spooner J, Stumph JR, Hestr R and Konrad PE:Delayed occurrence of multiple spinal drop metastases from a posterior fossa choroid plexus papilloma.Case report.J Neurosurg Spine.2006 Jun;4(6):494-6.
3) Kaptanoglu E, Tun K, Celikmez RC, Ozen O, Taskin Y.Spinal drop metastasis of choroid plexus papilloma. J Clin Neurosci. 2007 Apr; 14(4):381-3. Epub 2007 Jan 19.

OSTEOMAS CRANEALES. (Cranial Osteomas. CT Findings) by luis mazas artasona. Julio 2015.

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El término osteoma define a un tipo de neoplasia ósea benigna que se desarrolla en cualquier parte del esqueleto y tiene una especial predilección por los huesos del cráneo. La mayoría se originan en el hueso compacto cortical, tienen un crecimiento lento, suelen ser asintomáticos y son descubiertos por la persona que los padece, cuando se palpa una prominencia dura en la superficie externa del cráneo. Refieren su hallazgo como "un bulto en la cabeza" que descubrieron hace años. Con el tiempo suelen crecer y alcanzar un tamaño considerable. Son más grandes los que se localizan debajo del cabello, porque no plantean ningún problema estético. Por eso son más frecuentes en las personas mayores.


Muchos osteomas se detectan de forma incidental en exploraciones de TC craneoencefálicas realizadas por otro motivo y cuando se pregunta al paciente por el hallazgo, todos lo conocen desde hace años y pocos están dispuesto a someterse a una intervención quirúrgica para extirparlos.

Atendiendo a su morfología, los osteomas suelen ser de dos tipos: sésiles y pediculados. (Figura 1). Los primeros tiene una base de implantación amplia en la tabla externa del cráneo de la que dependen; suelen ser planos o prominentes, hiperdensos, con un contorno nítido y bien delimitado; están firmemente adheridos al hueso, motivo por el que no pueden desplazarse. Los segundos, pediculados, parecidos a una pequeña seta, permanecen anclados al hueso por un pedículo corto.

Desde el punto de vista histológico, están formados por hueso laminar, cortical, denso y presentan unos valores de atenuación muy elevados (1200-1600 UH), similares al hueso compacto donde asientan. Aunque se suelen observar muchos tipos distintos de prominencias óseas en la superficie craneal, atendiendo a su frecuencia, el diagnóstico diferencial se plantea con los quistes sebáceos calcificados del cuero cabelludo. A continuación presentamos algunos casos de osteomas craneales.


FIGURA 1) En el esquema se representa el aspecto morfológico más frecuente, sésil y pediculado, de los osteomas craneales.
Mazas-Artasona L. Cranial Osteomas. CT Findings. www.elbaulradiológico.com. Julio 2015.
Key Words: Cranial Osteomas. Skull osteomas. Skull bone tumours.



CASO 1)                                                                                                         

Mujer de 78 años.

FIGURA 1-A) Imagen densa de un osteoma craneal (flecha)


FIGURA 1-B) Osteoma sésil plano, denso, con unos valores de atenuación de 1623 UH, parecidas a las del hueso compacto cortical 1527 UH.

CASO 2)                                                                                                         

Mujer 75 años.


FIGURA 2-A). En la imagen se aprecia una pequeña deformidad, prominente, en el contorno contorno frontoparietal izquierdo.


FIGURA 2-B) Con ventana de hueso se aprecia mejor una imagen densa adherida al hueso cortical.Osteoma sésil plano.


FIGURA 2-C) Imagen magnificada con Zoom. Osteoma sésil plano, denso, con unos valores de atenuación de 1604 UH.

CASO 3)                                                                                                         

Mujer 58 años.

FIGURA 3-A) Imagen con ventana de parénquima. Osteoma sésil, plano, característico e indistiguible del hueso subyacente.

FIGURA 3-B) Aspecto del osteoma, con ventana de hueso.


FIGURA 3-C) El Osteoma, denso, presenta unos valores de atenuación de 1655 UH, parecidas a las del hueso compacto cortical 1590.90 UH.

CASO 4)                                                                                                         

Mujer de 58 años. Consulta por una pequeña prominencia frontal, apreciable a simple vista, que le ha crecido en el último año.

FIGURA 4-A) Pequeña prominencia ósea frontal.


FIGURA 4-B) Minúsculo osteoma sésil prominente.

FIGURA 4-C) Valores de atenuación de 1018 UH, propios del hueso compacto.

CASO 5)                                                                                                         

Varón de 54 años.

FIGURA 5-A) Imagen con ventana de parénquima. Pequeña prominencia frontal izquierda.

FIGURA 5-B) Osteoma sésil prominente

FIGURA 5-C) Imagen magnificada del osteoma.

CASO 6)                                                                                                         

Mujer 91 años.


FIGURA 6-A) Radiografía lateral de cráneo en la que se observan dos lesiones densas.

FIGURA 6-B) Con ventana de hueso se observan dos lesiones óseas, frontal derecha y temporal izquierda.

FIGURA 6-C) Con ventana de hueso se confirma el hallazgo de dos osteomas pediculados densos.

FIGURA 6-D) Osteoma pediculado, denso, con unos valores de atenuación de 1472 UH. El pedículo crece de la escama del hueso temporal izquierdo.

CASO 7)                                                                                                         

Varón de 68 años.


FIGURA 7-A) Pequeño osteoma pediculado, denso,  cuya morfología recuerda a un pequeño champiñon. Podría confundirse con un quiste sebáceo calcificado.

FIGURA 7-B) En esta imagen, postprocesada con algoritmo de hueso (H70), la lesión parece independiente de la cortical ósea. Es debido a que el pedículo no se aprecia en este corte.

CASO 8)                                                                                                         

Mujer 78 años.


FIGURA 8-A) Pequeño prominencia ósea frontal, densa. 


FIGURA 8-B) También aquí la lesión frontal parece independiente de la cortical ósea. Es debido a que el pedículo no se aprecia en este corte. Los quistes sebáceos no son tan densos. Osteoma pediculado

CASO 9)                                                                                                         

Varón 55 años.
FIGURA 9-A) Prominencia ósea frontal izquierda.


FIGURA 9-B) Osteoma pediculado, denso, con unos valores de atenuación de 1287 UH.


FIGURA 9-C) Proyección coronal. Reconstrucción MPR.


FIGURA 9-D) Proyección parasagital izquierda. Reconstrucción MPR.

FIGURA 9-E) Reconstrucción Volume Rendering. Osteoma frontal pediculado.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:


El diagnóstico diferencial más frecuente se plantea con los quistes sebáceos calcificados.
*A la exploración clínica, los quistes sebáceos se desplazan pero los osteomas no.
*Los quistes sebáceos no están completamente calcificados y, en cambio, los osteomas son muy densos. Cuando se modifica la ventana, los quistes sebáceos se oscurecen porque tienen menos densidad.
*Los valores de atenuación de los quistes sebáceos son muy bajos (36 a 40 UH).


FIGURA 1 Quiste sebáceo calcificado. En la imagen se aprecia el oscurecimiento del quiste cuando se modifica la ventana de visualización.


FIGURA 2 Quiste sebáceo calcificado. Aunque pudiera parecer un osteoma, en la imagen sólo se observa una calcificación parcial de la lesión, en cambio los osteonas son totalmente densos.

BIBLIOGRAFÍA:


1) Eppley BL, Kim W, Sadove AM. Large osteomas of the cranial vault. J Craniofac Surg 2003;14:97-100.  
2) Izci Y, Management of the large cranial osteoma: experience with 13 adult patients. Acta Neurochir (Wien). 2005 Nov; 147(11):1151-5; discussion 1155. Epub 2005 Aug 22.


OSTEOMAS DEL SENO FRONTAL. (Frontal Sinus Osteomas. CT Findings) by luis mazas artasona. Julio 2015.

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Los osteomas también pueden desarrollarse en la cavidad de los senos paranasales especialmente, en el frontal y con menos frecuencia en las celdillas etmoidales y en los senos maxilares. Como los osteomas de la superficie craneal, son de crecimiento lento, asintomáticos la mayoría y su incidencia ha aumentado por el incremento de las exploraciones de neuroimagen (TC e IRM craneoencefálicas) que se ha producido en los últimos años. En algunas de ellas, se descubren osteomas sinusales, de manera incidental. No hay que darles mucha importancia, para no angustiar a los que los llevan.

Desde el punto de vista histológico se distinguen dos tipos de osteomas (Figura 1):
1) Compactos, también llamados ebúrneos, porque están formados por hueso cortical denso. Se manifiestan en las imágenes de TC como lesiones hiperdensas. Son de contornos nítidos y bien delimitados. También pueden detectarse en radiografías de cráneo de los senos paranasales.
2) Esponjosos, formados por hueso trabecular que contiene médula hematopoyética y tejido adiposo. Parecen una proliferación focal del hueso esponjoso del díploe. Su aspecto es hipodenso en las imágenes de TC y suelen pasar desapercibidos en las radiografías de cráneo. 

Al ser un hallazgo incidental no es necesario extirparlos ni realizar controles periódicos mediante TC, porque su crecimiento es muy lento (siempre se detectan en personas mayores). Sin embargo, algunos crecen excesivamente y pueden provocar problemas por compresión de estructuras adyacentes. Sólo estos requieren intervención quirúrgica. 
A continuación presentamos algunos casos de osteomas del seno frontal.
FIGURA 1) Representación figurada de un osteoma frontal compacto y otro esponjoso.
Mazas-Artasona L. Frontal Sinus Osteomas. CT Findings. www.elbaulradiologico.com. Julio 2015.
Key words: Paranasal sinus osteoma. Frontal sinus osteoma.
CASO 1)                                                                                                          


Mujer de 56 años.


FIGURA 1-A) Osteoma frontal compacto (Flecha).

FIGURA 1-B) Osteoma ebúrneo, hiperdenso, con unos valores de atenuación de 1725 UH propios de hueso compacto.

CASO 2)                                                                                                          

Mujer de 70 años.


FIGURA 2-A) Osteoma compacto, hiperdenso, con unos valores de atenuación de 1387 UH, similares a los del hueso cortical

CASO 3)                                                                                                          

Varón de 67 años.


FIGURA 3-A) En la imagen con ventana de parénquima se observa una prominencia ósea en la celdilla izquierda del seno frontal.


FIGURA 3-B) Osteoma esponjoso. El aspecto del osteoma es parecido al del hueso trabecular. Presenta unos valores de atenuación de 480 UH. La medida del coeficiente de atenuación resulta útil para clasificarlos en compactos o esponjosos. Cifras superiores a 1000 UH corresponden a osteomas compactos y cuando son más bajas, a osteomas esponjosos.


CASO 4)                                                                                                          

Varón de 78 años.


FIGURA 4-A) Osteoma esponjoso.


FIGURA 4-B) Osteoma esponjoso. (405´67 UH).

BIBLIOGRAFÍA:

1) Eppley BL, Kim W, Sadove AM. Large osteomas of the cranial vault. J Craniofac Surg 2003;14:97-100.
2) Cheng KJ, Wang SQ, Lin L.. Giant osteomas of the ethmoid and frontal sinuses: Clinical characteristics and review of the literature. Oncol Lett. 2013 May; 5(5):1724-1730. Epub 2013 Mar 8. 

2) NEUMOCÉFALO ESPONTÁNEO. HALLAZGOS EN TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (Spontaneous Pneumocephalus. CT Findings) by luis mazas artasona. Noviembre 2014.

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Ya hemos visto que el neumocéfalo es un signo radiológico que, habitualmente, se asocia a traumatismos del macizo facial o de los peñascos y que el antecedente clínico es de gran ayuda a la hora de realizar una exploración de Tomografía Computarizada diagnóstica. Pero, también hay bastantes casos de neumocéfalos espontáneos, es decir, que se descubren en una Tomografía Computarizada craneoencefálica realizada porque el paciente hacía días que perdía un líquido claro por la nariz (rinorrea) o bien había notado trastornos de la audición, vértigos y mareos. En el primer supuesto la rinorrea orienta hacia una fístula espontánea producida en los senos del macizo facial y, en el segundo, a un problema otológico. Por tanto la exploración de Tomografía Computarizada debe orientarse a la región anatómica que manifiesta signos clínicos: licuorrea-senos paranasales, trastornos otológicos-peñascos

La causa desencadenante de neumocéfalo espontáneo puede ser debida a un aumento de la presión en el aparato respiratorio. Cabe destacar los estornudos, los episodios de tos repetidos o realizar maniobras de valsalva como sonarse con fuerza la nariz, pero en la mayoría de los casos el mecanismo causante permanece sin descubrir. 

Las siguientes imágenes corresponden a una paciente de 76 años que acudió a Urgencias por un cuadro clínico de rinorrea persistente de varias semanas de evolución.Se realizó TAC craneoencefálica que puso de manifiesto  neumoencéfalo frontal y pequeñas burbujas de aire dispersas por el espacio subaracnoideo de las cisternas basales y de los surcos de la convexidad cerebral. No refería antecedente traumático ni infeccioso.

 FIGURA 1) Cuando se rompe el techo de los senos paranasales, de manera  espontánea, (en este caso de la celda esfenoidal izquierda), el aire del seno penetra en la cavidad craneal y difunde por el espacio subdural frontal y subaracnoideo (Flechas). Al mismo tiempo el líquido cefalorraquídeo de las cisternas basales rellena el seno esfenoidal y escapa por el conducto de drenaje sinusal hasta llegar a las fosas nasales. El resultado es inmediato: rinorrea y neumocéfalo.

Key Words: Pneumocephalus. Spontaneous Pneumocephalus. Computed Tomography.



FIGURA 2) Neumocéfalo subdural frontal (flecha amarilla) y neumocéfalo subaracnoideo en la cisternas de los ángulos pontocerebelosos y en la supraselar (Flechas rojas)


FIGURA 3) Más neumocéfalo.


FIGURA 4) Neumocéfalo subdural izquierdo frontal y subaracnoideo, en las cisternas basales, cisura intehemisférica y cisuras de Silvio.


 FIGURA 5) Más aire......


FIGURA 6) Colección subdural frontal izquierda y pequeñas burbujas subaracnoideas.

 FIGURA 7) Burbujas aéreas en los surcos de la convexidad de ambos hemisferios cerebrales.

FIGURA 8) En la reconstrucción sagital MPR se observa la brecha existente en el techo del seno esfenoidal (flecha) y una colección subdural frontal (asteriscos). El aire despega la aracnoides de la duramadre pero no puede arrancar la granulación de Paccioni, signo inequívoco de que el aire se ha acumulado en el espacio subdural.

FIGURA 9) En esta reconstrución MPR se aprecia el defecto óseo en la celda izquierda del seno esfenoidal (flecha) responsable del cuadro clínico que alertó a la paciente. El seno esfenoidal está relleno de LCR.

 FIGURA 10) El abordaje quirúrgico se realizó con fibroscopio por vía transesfenoidal. La flecha roja indica la vía de abordaje quirúrgico. El orificio fue taponado, por los neurocirujanos, con plastia mucosa, fibrina y tejido adiposo.

FIGURA 11) El control realizado a los dos meses era normal y la paciente no ha vuelto a padecer las molestias que le llevaron a Urgencias. No se descubrió la causa que produjo la fístula, pero se solucionó el problema por completo.

BIBLIOGRAFÍA:

1) Bahloul K, Kalamarides M, Bouccara D, Sterkers O and Rey A. Spontaneous otogenic pneumocephalus. Neurochirurgie. 2003 May;49(2-3 Pt 1):110-3.
 2) Krayenbühl N, Alkadhi H, Jung HH y Yonekawa Y.Spontaneous otogenic intracerebral pneumocephalus: case report and review of the literature. Eur Arch Otorhinolaryngol. 2005 Feb;262(2):135-8. Epub 2004 Mar 5.




3) NEUMOCÉFALO POSTQUIRÚRGICO: HALLAZGOS EN TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA (Neurosurgical Pneumocephalus: CT Findings) by luis mazas artasona. Noviembre 2014.

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De todos los casos de neumocéfalo, el que se produce después de una intervención quirúrgica es el más frecuente y el que menos  problemas diagnósticos plantea, aunque la cantidad de aire intracraneal sea muy abundante y llamativa. Posiblemente la incidencia haya aumentado porque se realizan más controles de TAC postquirúrgicos inmediatos y porque esta modalidad de diagnóstico detecta pequeñas cantidades de gas intracraneal con gran precisión. Si no se hicieran estos controles a las 24 horas, muchos  casos de neumocéfalo postquirúrgico no llegarían a descubrirse.

La incidencia del neumocéfalo postquirúrgico se ha incrementado desde que se popularizaron las técnicas de abordaje, con el paciente sentado en una silla especial en lugar de en la tradicional mesa de quirófano. En estos casos al practicar la craniectomía siempre se produce una perdida inevitable de líquido cefalorraquídeo a través de la craniectomía. Esta circunstancia provoca disminución de la presión intracraneal que mantiene adherida a la aracnoides con la duramadre. Por ese motivo la, también inevitable, entrada de aire dentro de la cavidad craneal propicia su distribución por el espacio subdural y asciende hacia la porción más cefálica, acumulándose en la región frontal. En el neumocéfalo postquirúrgico es típica la configuración en forma de "alas de mariposa". La penetración de aire intracraneal es más frecuente en las intervenciones quirúrgicas de la fosa posterior, pero también se produce cuando la craniectomía se realiza en otras áreas de la cabeza.

En nuestra experiencia el neumocéfalo postquirúrgico no supone una complicación importante, pues el aire acaba reabsorbiéndose de manera espontánea en menos de una semana; primero las burbujas subaracnoideas y después el aire que se acumula en los ventrículos y, finalmente en el espacio subdural. Algunos autores han descrito casos de neumócefalo a tensión después de una intervención quirúrgica craneoencefálica, pero nosotros no hemos detectado ningún caso y consideramos el hallazgo de neumocéfalo postquirúrgico como un "contratiempo inevitable" que debe ser controlado para confirmar su desaparición espontánea. La presencia de gas no empeora el pronóstico.

En las siguientes imágenes se muestran algunos casos de neumocéfalo postquirúrgico y la evolución de cada uno de ellos.

FIGURA 1) Neumocéfalo postquirúrgico en forma de alas de murciélago "bat wings". El aire se ha  acumulado en el espacio subdural frontal (asteriscos). Algunos autores relacionan este hallazgo con el Neumocéfalo a Tensión y hasta han acuñado un signo nuevo el del "Monte Fuji" para describir esta situación patológica. En nuestros casos se puede comprobar como el aire se reabsorbe de manera espontánea y no es necesario realizar una nueva intervención para evacuar el aire. En cualquier caso si hay que buscarle algún parecido al aspecto del neumocéfalo frontal nos deacanatriamos más por la silueta del imponente Pico del Midi, en los Pirineos Atlánticos, que al monte Fuji. (Figura 2) 

 Key Words:Pneumocephalus. Neurosurgical Pneumocephalus

FIGURA 2)Silueta del Pico del Midi d'Ossau  (2.884 metros) Pirineos Atlánticos. France

  CASO 1)                                                                                                      


Mujer de 77 años. Intervenida de un neurinoma del  nervio acústico izquierdo. En el control postquirúrgico realizado a las 24 horas se apreció neumocéfalo frontal.

FIGURA 1-a) En la radiografía lateral de cráneo (topograma, "scout view" se aprecia gran cantidad de aire en el espacio subdural frontal (flechas). Craniectomía occipital izquierda (asterisco).  


FIGURA 1-b) La imagen de TAC muestra la craniectomía occipital y el gas que se acumula en la cisterna del ángulo pontocerebeloso izquierda y en las fosas temporales

FIGURA 1-c) En esta imagen se aprecian pequeñas burbujas de aire en el espacio subaracnoideo de las cisternas basales (flechas finas) y en gran cantidad en el espacio subdural frontal (flechas gruesas).


FIGURA 1-d) La gran cantidad de gas acumulado en la región frontal ejerce presión sobre los lóbulos frontales y se introduce por la cisura interhemisférica, delimitando un contorno que recuerda a la doble joroba de los camellos. A pesar de la gran acntidad de gas que había penetrado en la cavidad craneal, el hecho no tuvo consecuencias. A los 15 días después de la intervención el aire se había reabsorbido por completo. 

FIGURA 1-e) Un mes más tarde, en un control de IRM no quedaban restos de aire, ni secuelas de ningún tipo en el parénquima cerebral.

  CASO 2)                                                                                                



Varón de 68 años. Intervenido de un glioma de bajo grado, temporal derecho.


FIGURA 2-a)  En la radiografía lateral de cráneo (topograma, "scout view" se aprecia gran cantidad de aire en el espacio subdural frontal (flechas). Craniectomía parieto-occipital derecha (Flecha Grande). 

FIGURA 2-b) Neumocéfalo subdural frontal (flechas). Gas residual en la cavidad quirúrgica (asterisco).


FIGURA 2-c)  En la radiografía lateral de cráneo (topograma, "scout view" ha desaparecido por completo el gas intracraneal. 

FIGURA 2-d)  En el control de TAC realizado a los 15 días no quedan restos de aire en la cavidad craneal. Edema residual en la zona de la intervención quirúrgica y pequeños restos de sangre por debajo de la craniectomía.

  CASO 3)                                                                                                



Varón de 64 años. Intervenido de un neurinoma del nervio acústico izquierdo.

FIGURA 3-a) La imagen de TAC muestra la craniectomía occipital (flecha) y pequeñas burbujas de aire en el espacio subaracnoideo de la fosa temporal derecha (flecha).

 FIGURA 3-b) En esta imagen de TAC se aprecian pequeñas burbujas de aire en el espacio subaracnoideo de las cisuras de Silvio (flechas finas) y  gran cantidad en el espacio subdural frontal (flechas gruesas). El neumocéfalo postquirúrgico subdural frontal tiene una distribución anatómica muy característica, en casi todos los casos, que recuerda a las alas de un murciélago.


FIGURA 3-c) Neumocéfalo subdural (flechas gruesas) y subaracnoideo (flechas finas) en una imagen más cefálica.


FIGURA 3-d) En el control de TAC, realizado a los 15 días, no quedan restos de aire en la cavidad craneal.

  CASO 4)                                                                                                 

Varón de 58 años. Intervenido de un neurinoma del nervio acústico derecho.



FIGURA 4-a) Imagen de IRM, FSE-T1 con contraste. Neurinoma del acústico derecho. (flecha).
FIGURA 4-b) En el estudio postquirúrgico, la imagen de TAC muestra la craniectomía occipital derecha (flecha) y pequeñas burbujas de aire en el espacio subaracnoideo de las fosas temporales.

 FIGURA 4-c) El gas subdural comprime y desplaza los lóbulos frontales (flechas gruesas)


FIGURA 4-d) El gas subdural comprime y desplaza los lóbulos frontales (flechas gruesas)


FIGURA 4-e) En un corte más cefálico el aire subdural adopta la forma de "alas de murciélago".

 FIGURA 4-f) Imagen FSE T2. Aunque parezca sorprendente, al mes, el aire ha desaparecido y no han quedado secuelas en el parénquima.

  CASO 5)                                                                                                



Mujer de 17 años intervenida de un glioma vermiano de bajo grado.

FIGURA 5-a) Imagen FSE-T2. Glioma vermiano de aspecto redondeado. (flechas)


FIGURA 5-b) En el control realizado a las 24 horas, se aprecia gran cantidad de aire en el espacio subdural frontal.

FIGURA 5-c) Neumocéfalo subdural y en el asta frontal del ventrículo lateral derecho. (asterisco)

FIGURA 5-d) En el control de TAC, realizado al mes, no se aprecian restos de gas, ni complicaciones postquirúrgicas. El tumor había sido resecado completamente. Craniectomía occipital (flecha)

  CASO 6)                                                                                                



Paciente varón de 78 años. Intervenido para evacuar sendos hematomas subdurales crónicos.

FIGURA 6-a) Hematomas subdurales bilaterales cronificados.

FIGURA 6-b)  A las 24 horas, se aprecia neumocéfalo subdural. Es un hallazgo frecuente. Se suele reabsorber en menos de una semana.


  CASO 7)                                                                                                


 Varón de 55 años, intervenido de un subependimoma intraventricular, frontal izquierdo.

FIGURA 7-a)  Tumoración intraventricular izquierda (asterisco)

FIGURA 7-b) Neumocéfalo subdural (flechas). Control a las 24 horas. Válvula de Derivación Ventrículo Peritoneal.(flecha roja).

 FIGURA 7-c) A los 7 días el neumocéfalo ha desaparecido.


  CASO 8)                                                                                                

Varón de 52 años, intervenido de un glioma cerebeloso de bajo grado.


FIGURA 8-a) Resección de una neoplasia cerebelosa (astrocitoma vermiano). El aire ha penetrado en los ventrículos (flechas finas) a través del cuarto, cuya pared estaba invadida por el tumor.  Craniectomía occipital. (flecha gruesa)

FIGURA 8-b) El gas ha llegado hasta las astas frontales de los ventrículos laterales, el asta temporal izquierda y el espacio subaracnoideo frontal (flechas).


BIBLIOGRAFÍA:
1) Sloan and Tod. The Incidence, Volume, Absorption, and Timing of Supratentorial Pneumocephalus During Posterior Fossa Neurosurgery Conducted in the Sitting Position. Journal of Neurosurgical Anesthesiology: January 2010, Volume 22, issue 1 pp 69-66.
 
2) Satapathy GC and Dash HH. Tension pneumocephalus after neurosurgery in the supine position. Oxford journals Medicine and Health BJA. Volume 84, Issue 1 pp 115-117.


  


























4) NEUMOCÉFALO PRODUCIDO AL SONARSE LA NARIZ, TOSER O ESTORNUDAR BRUSCAMENTE. (Pneumocephalus Induced After Blowing the Nose, Sneezing and Coughing) by luis mazas artasona. Noviembre 2014.

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Hemos hecho un repaso de casi todos los tipos de neumocéfalo que se producen con más frecuencia en la vida cotidiana. La penetración de aire dentro de  un compartimento estanco como es el sistema nervioso central, protegido por una coraza ósea y una membrana aislente, la paquimeninge, no tendría mayor importancia si no fuera porque el hallazgo de aire dentro de la cavidad craneal indica que hay una rotura cráneo-meníngea y que si no se repara de manera espontánea, el orificio roto se transformará en una fístula por donde fluirá el líquido cefalorraquídeo y, a la vez, penetrarán gérmenes que produciran brotes repetidos de meningitis. Sorprende que un gesto tan sencillo pueda provocar una complicación neurológica tan grave de consecuencias imprevisibles. ¡No somos nada¡

D. Pedro Loscertales Escalona tiene 72 años y, en la última década, había padecido muchos brotes de rinitis alérgica y sinusitis, así que siempre iba provisto de su "pañuelo moquero" para sonarse la nariz. Lo hacía de manera tan estruendosa que parecía que iba a absorber el cerebro triturado por los orificios nasales. En septiembre, refrescó el tiempo y se resfrió, pero no por eso dejó de ir al Hogar del Jubilado para echar la partida a las cartas. Una tarde llegó muy afectado, estuvo tosiendo y estornudando sin cesar mientras no paraba de sonarse con estrépito. Sus compañeros de partida aguantaban la sinfonía de ruidos con estoicismo. Pero al cabo de una hora comenzó a sentirse mal, tenía mucho dolor de cabeza, mareos, vértigos y oía zumbidos en el oído derecho. Los colegas le llevaron a Urgencias a donde llegó completamente desorientado. Se le realizó una TAC craneoencefálica para descartar una hemorragia cerebral, pero lo que se encontró fue unas pequeñas burbujas de aire en la región temporal derecha y en la cisura interhemisférica. Diagnóstico Radiológico: Neumocéfalo producido por rotura del Tegmen Tympami derecho.

Pero ...¿Cómo pudo desencadenarse este grave accidente de manera tan insospechada? Hay muchos casos descritos de neumocéfalo producidos al sonarse la nariz o estornudar con mucha fuerza. Cuando se estornuda de manera educada, es decir cerrando la boca y tapando los orificios nasales para no salpicar a los que nos rodean, se produce un aumento brusco de la presión en las vías aéreas especialmente en la rinofaringe. Entonces, el aire penetra, a través de las trompas de Eustaquio con la misma fuerza que lo haría por el cañón de una escopeta de aire comprimido. Este aire irrumpe en la caja del tímpano con tanta violencia que puede romper el "tegmen tympani" y penetrar en la cavidad craneal. Eso es lo que le pasó a D. Pedro. Sorprende que un gesto tan sencillo y cotidiano pueda provocar una complicación neurológica tan grave, de consecuencias imprevisibles. ¡No somos nada¡

Es difícil que esta variante de neumocéfalo se produzca en los jóvenes, pero en las personas mayores, con osteoporosis, adelgazamiento de la cortical de los huesos y si le añadimos infecciones del oído, la causa ya es más probable. En las siguientes imágenes presentamos un caso de neumocéfalo espontáneo producido por la rotura súbita del techo de la caja del tímpano y como consecuencia de un aumento súbito de la presión en las vías respiratorias, tras sonarse la nariz de manera brusca.  
 
FIGURA 1) Representación píctorica figurada del mecanismo físico que produjo el neumocéfalo. El aire a presión contenido en la nasofaringe, ascendió por las trompas de Eustaquio y penetró en la cavidad de la caja del tímpano, con tal fuerza, que rompió el hueso del Tegmen Tympani y difundió en el espacio subaracnoideo de la cavidad craneal, provocando un cuadro irritativo meníngeo.

Key Words: Pneumocephalus. Blowing the Nose. Sneezing and Coughing


FIGURA 2) Las flechas señalan unas pequeñas burbujas aéreas intracraneales, junto al peñasco derecho. Neumocéfalo.

FIGURA 3) En un corte más cefálico se aprecian tres burbujas de aire (flechas)


FIGURA 4) Una pequeña burbuja de aire que ha ascendido libremente por el espacio subaracnoideo hasta la cisura interhemisférica.

FIGURA 5) Las flechas negras señalan el receso epitimpánico, con aire en su interior (flecha fina) y el antro mastoideo ocupado por moco (flecha gruesa). Ocupación mucosa de las celdillas etmoidales y el seno esfenoidal (flechas amarillas).

FIGURA 6) Neumocéfalo otológico temporal derecho. Ocupación mucosa de las celdillas etmoidales.

FIGURA 7) Neuocéfalo temporal derecho.

FIGURA 8) La exploración de TAC se realizo con un aparato secuencial, con cortes de 4 mm para la fosa posterior y de 8 mm para el compartimento supratentorial. Por ese morivo, aunque la reconstrucción MPR coronal no es muy buena se aprecia el aire que rebasa el Tegmen Tympani derecho.Signo inequívoco de que se ha desgarrado el techo óseo y la duramadre..

BIBLIOGRAFÍA:

1) Lojo Rial C and Oldfield M. Extensive pneumocephalus after nose blowing: and unusual cause of severe headache. Br J Hosp Med (London) 2010 Nov;71(11):652-3.
2) Mirone G, Rotondo M, Scuotto A, Bocchetti A, D´Avanzaro R, Natale M and Moraci A.Spontaneous intraparenchymal tension pneumocephalus triggered by compulsive forceful nose blowing.
Emerg Med J 2009 Nov;26(11):837-8. 





HIPERNEUMATIZACIÓN DE LOS HUESOS TEMPORALES Y DE LOS SENOS PARANASALES (Hyperpneumatization of the Temporal Bone, Clinoid Process and Paranasal Sinuses) by luis mazas artasona. Noviembre 2014.

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Ya hemos hecho un repaso general de las causas más frecuentes de neumocéfalo destacando el papel tan importante de la Tomografía Computarizada. El diagnóstico es muy sencillo para el Técnico o el Neurorradiólogo porque el aire intracraneal se aprecia fácilmente en las imágenes de TC craneoencefálica. Más difícil resulta detectar el lugar donde se ha producido la fractura ósea que, la mayoría de las veces, es muy pequeña. Los signos clínicos como la rinorrea, o la otorragia nos ayudan  a centrar la exploración en los senos paranasales o en los peñascos, respectivamente. Es muy importante contar con un escáner multicorte y realizar reconstrucciones multiplanares (MPR) en proyección sagital y coronal.

Una de las causas de neumocéfalo, anecdótica por ahora, es la hiperneumatización de los huesos temporales que se extiende no sólo a los peñascos, como sería lo habitual, sino también a las escamas de ambos huesos. Se han descrito casos de neumocéfalo asociado a esta peculiaridad anatómica. Nosotros no lo hemos observado nunca, pero presentamos un caso de hiperneumatización de los peñascos, para tenerlo en cuenta, y que no nos coja de sorpresa. Si alguna vez nos encontramos algún paciente, con neumocéfalo e hiperneumatización de las celdillas de los temporales, ya sabemos donde puede haberse producido la rotura: en una de las celdillas. Es una complicación importante porque será necesario taponar quirúrgicamente la rotura ósea.

FIGURA 1) Hiperneumatización de los huesos temporales y los senos paranasales.


Key Words: Hyperpneumatization of the temporal bone. Hyperpneumatization of the mastoid process.

En las imágenes de Tomografía Computarizada siguentes ( Figuras 2 a 8), de un varón de 33 años, se observa una importante neumatización de los senos paranasales pero especialmente de las mastoides y de las escamas de los huesos temporales. Acudió a Urgencias por cefalea persistente. En la exploracion de Tomografía Computarizada que le fue practicada no se observaron alteraciones patológicas que justificaran su cuadro clínico.

FIGURA 2)
FIGURA 3)
FIGURA 4)
FIGURA 5)
FIGURA 6)
FIGURA 7)
FIGURA 8) 

BIBLIOGRAFÍA:

1) Augusto Rabello F,Tanaka Massuda E,  Apparecido de Oliveira JA, Hyppolito MA.   Otogenic Spontaneous pneumocephalus: case report. Braz.J. Otorhinolaryngol. 2013;79(5):643.
2)  Wemhoff M, Jain R, Rock J. Hyperpneumatizacion of the skull base: case report. Neurosurgery 07/2011; 70(3).
3) Añorbe E, Aisa P, Saenz de Ormijana J. Spontaneous pneumatocele and pneumocephalus associated with mastoid hyperpneumatization. Eur J Radiol  2000 Dec;36(3):158-60.
4) Rebol J, Munda A, Tos M. Hyperpneumatizacion of the temporal, occipital and parietal bones. Archiv für KEO-NK. 10/2004; 261(8):445-8. 

SCHWANNOMAS. NEOPLASIAS DE LAS VAINAS DE MIELINA QUE RECUBREN LOS AXONES DE LOS NERVIOS PERIFÉRICOS (Schwannomas.Nerve Sheath Tumours) by luis mazas artasona. Diciembre 2014

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Los Schwannomas  son neoplasias que se desarrollan en las vainas de mielina que envuelven a los axones de las neuronas de los nervios periféricos. También se conocen como neurilemmomas y en el lenguaje médico coloquial, neurinomas. Las vainas de mielina están formadas por unas células planas que se enrollan alrededor de los axones de las neuronas. Se conocen con el nombre de células de Schwan, como reconocimiento a uno de los pioneros de la Histología: Theodor A.H. SCHWAN. Fue un médico alemán que nació en la ciudad de Neuss (Renania), en 1810  y murió en Colonia (Köln), en 1882. Dedicó su vida a estudiar la estructura celular, en general, y describió la composición de las vainas de mielina. 

El revestimiento de los axones por las células de Schwann proporciona una vaina de mielina, que actúa como la envoltura de plástico que protege a los cables eléctricos. Esta capa unicelular tiene una función aislante entre cada uno de los axones que forman un nervio. De esta forma se favorece la transmisión de los impulsos nerviosos que se propagan desde los cuerpos neuronales a lo largo de los axones, sin que se produzcan interferencias. Los axones mielinizados se agrupan en fascículos que están rodeados por una capa fibrosa de tejido conjuntivo (perineuro). A su vez, varios fascículos revestidos por una capa envolvente más gruesa de tejido conjuntivo (epineuro), forman un nervio. (Figura 1).



FIGURA 1) Representación figurada de un nervio periférico con algunos de sus componentes: axones mielinizados que forman fascículos y, todo ello, rodeado por tejido conectivo. 

Kew Words: Schwannomas. Neurilemmomas. Nerve Sheath Tumours

Así pues, desde el punto de vista histológico, los schwannomas se producen por una proliferación anómala de las células de Schwan. (Figura 2). La mayoría son benignos y sólo un pequeño porcentaje inferior al 1% de los casos malignizan, son los schwannomas anaplásicos.



FIGURA 2) En el esquema se intenta representar el proceso evolutivo que acontece desde una célula de Schwan hasta el schwannoma. A) El citoplasma de la célula de Schwan envuelve al axón hasta que forma una envoltura formada por laminillas de membrana celular. B) Imagen de una sola célula enrollada sobre el axón. C) Neurona con el axón recubierto por varias células de Schwan separadas entre sí. D) El tumor se desarrolla en la célula de Schwan sin afectar al axón de la neurona. 

Son neoplasias propias de personas adultas. Su incidencia es mayor en la franja de edad comprendida entre los 50 y 70 años. Suelen ser lesiones solitarias aunque en la Neurofibromatosis Tipo II, pueden ser múltiples

La localización más frecuente de los schwannomas es en los nervios intracraneales (pares craneales), pero también se pueden encontrar en todos los nervios periféricos del organismo, sin excepción. Son habituales también en las raíces espinales de la columna vertebral, en los plexos braquiales cérvico-dorsales, en las ramas del plexo sacro y, en menor medida, en los nervios periféricos de la extremidades. Los schwannomas intracraneales son los que mayores complicaciones presentan, los más difíciles de diagnosticar y de extirpar.

Estos tumores se extirpan quirúrgicamente y, como suelen ser benignos, el pronóstico es muy bueno. En los intracraneales, si el tumor no se  puede resecar por completo porque el acceso es muy difícil, pueden recidivar. También suelen tratarse con radioterapia selectiva (radiocirugía) cuando son pequeños o el paciente no quiere someterse a una intervención quirúrgica. En cambio no responden  bien a la quimioterapia.

La Tomografía por Resonancia Magnética (IRM) es la modalidad de elección porque su sensibilidad es extraordinaria y es capaz de detectarlos, en etapas muy tempranas, cuando el tamaño es inferior a un milímetro. 

El Schwannoma típico, suele ser redondeado, de contornos bien delimitados, puede contener quistes, pero no calcificaciones. Se realzan de forma intensa y homogénea después de administrar contraste endovenoso, porque están desprovistos de Barrera Hematoencefálica.

BIBLIOGRAFÍA:

1) Vijay Shankar, M.D. Soft Tissue Peripheral nerve tumors Schwannoma.  PathologyOutlines. com. November 2014.
2)Ö. Kurtkaya, Yapıcıer B, Scheithauer and J.M. Woodruff. The pathobiologic spectrum of Schwannomas. Histol Histopathol (2003) 18: 925-934
  • . 
  • Neuropathology for the Neuroradiologist: Antoni A and Antoni B Tissue PatternsAJNR28: 1633-1638






    1) SCHWANNOMAS DEL NERVIO ACÚSTICO (Acoustic Neuromas.Vestibular Schwannomas: MRI Findings) by luis mazas artasona. Diciembre 2014

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    El octavo,(VIII), par craneal es un nervio bilateral que se conoce con el nombre de acústico o vestíbulo-coclear. Se compone de dos ramas bien diferenciadas: vestibular y coclear. La primera trasmite los impulsos auditivos desde el vestíbulo del oído interno hasta los núcleos de la protuberancia. La segunda, conecta la cóclea con el tronco del encéfalo y tiene una función importante en la regulación del equilibrio y de la marcha.

    El nervio acústico discurre por el interior del Conducto Auditivo Interno (CAI) compartiendo espacio con el facial, (VII par), que se sitúa en una posición más anterior y superior (Figura 1). Ambos nervios emergen lateralmente del tronco del encéfalo  por el surco bulboprotuberancial. 

    Los schwanomas que afectan al VIII par craneal son los más frecuentes entre todos los que se pueden desarrollar en los diez pares craneales (el olfatorio y los nervios ópticos carecen de la envoltura de células de Schwan). La mayoría crecen a expensas de la rama vestibular, en el interior del conducto auditivo interno (CAI) y protruyen en la cisterna del ángulo pontocerebeloso. Son de crecimiento muy lento y suelen comprimir el trayecto intracanalicular del facial y producir parálisis. Cuando son grandes producen un agrandamiento ampular del CAI correspondiente. Presentan una sintomatología clínica muy evidente: sordera de percepción unilateral, acúfenos y vértigos.

    Las exploraciones radiológicas convencionales: Transorbitaria unilateral o Stenvers son de poca utilidad diagnóstica porque sólo muestran un aumento de tamaño del CAI cuando la tumoración ha crecido mucho. 

    La Tomografía Computarizada Multicorte, con contraste yodado endovenoso, resulta útil cuando se sospecha la existencia de tumores de tamaño mediano que crecen en la cisterna cerebelopontina, pero esta modalidad no es capaz de descubrir los pequeños schwanomas intracanaliculares. 

    La Tomografía por Resonancia Magnética (IRM) es la más sensible y específica, entre todas las modalidades de Diagnóstico por Imagen   pues es capaz de detectar minúsculos schwanomas intracanaliculares, más pequeños que un grano de arroz, que no podrían descubrirse de otra manera. Su  sensibilidad se acerca al 100 %.

    Desde el punto de vista morfológico se distinguen tres tipos de schwannomas.
    1) Intracanaliculares. Son de morfología alargada. No deforman el CAI.
    2) Tumores redondeados que protruyen en la cisterna del ángulo pontocerebeloso.
    3)Tumores voluminosos que se extienden por toda la cisterna y comprimen el bulbo y el cerebelo, desplazándolos en sentido contralateral.

    FIGURA 1) FSE-T2. En la imagen se aprecia las ramas del nervio facial (flechas rojas) que discurren anteriores a las de los acústicos (flechas amarillas) y se introducen en los conductos auditivos internos

    Key Words: Acoustic Neuromas. Vestibular Schwannomas. Schwannomas.


    CASO 1)                                                                                               

    Mujer de 79 años. Sordera de percepción izquierda.

    FIGURA 1-A) FSE-T2. Schwannoma intracanalicular izquierdo (flecha). Aparece como una lesión oscura (hipointensa).


    FIGURA 1-B) FSE-T1 con Gadolinio. Se produce un realce intenso de la neoplasia (flecha) que delimita perfectamente sus contornos.


    FIGURA 1-C) FSE-T1 con Gadolinio. En la imagen de proyección coronal se observa el Schwannoma intracanalicular izquierdo.

    CASO 2)                                                                                               


    Mujer de 51 años. Schwannoma intracanalicular derecho (Flecha)


    FIGURA 2-A)FSE-T2. Schwannoma intracanalicular derecho (flecha). Aparece como una lesión oscura (hipointensa). En estas imágenes no se aprecian con nitidez y podrían pasar desapercibidos si no se repitiera la serie con contraste.


    FIGURA 2-B) FSE-T1 con Gadolinio. En la imagen axial  se observa el Schvannoma intracanalicular izquierdo que se realza con contraste. Las flechas señalan los dos CAIS, el derecho ocupado por la neoplasia, y el izquierdo normal.

    CASO 3)                                                                                               

    Varón de 43 años. Schwannomas intracanaliculares bilaterales (Flechas)


    FIGURA 3-A) FSE-T1. En la secuencia de imágenes preliminar, de orientación sagital, ya puede apreciarse el aumento de grosor del nervio. 

    FIGURA 3-B) FSE-T2. Los neurinomas del acústico bilaterales se suelen observar en la Neurofibromatosis tipo II, pero también pueden encontrarse en personas mayores que no padecen esa enfermedad.


    FIGURA 3-C) FSE-T1 con Gadolinio. En las imágenes con contraste se aprecian, con mayor nitidez, los dos pequeños schwannomas intracanaliculares (flechas). 

    CASO 4)                                                                                               

    Varón de 52 años. Schwannoma del ángulo pontocerebeloso izquierdo (Flecha)


    FIGURA 4-A) FIESTA T2. Las exploraciones realizadas con esta secuencia, específica de los aparatos de General Electric (Signa Génesis y Excite), son de una sensibilidad extraordinaria. Con ella, se pueden programar cortes muy finos de 1´6 mm de grosor, lo cual aumenta la resolución espacial. En estas imágenes los schwannomas aparecen como neoplasias hipointensas (oscuras) y se aprecia con total nitidez la porción intracanalicular del tumor y su extensión al ángulo pontocerebeloso. En estos casos no sería necesario administrar contraste endovenoso ni prolongar la exploración: el diagnóstico es claro y preciso.


    FIGURA 4-B) FSE-T1 con Gadolinio. Se produce un realce intenso de la neoplasia (flecha) que delimita perfectamente sus contornos y su extensión. 

    CASO 5)                                                                                               


    Varón de 60 años. Schwannoma del ángulo pontocerebeloso izquierdo (Flecha)


    FIGURA 5-A) FSE-T1. En la secuencia de imágenes preliminar, de orientación sagital, ya puede apreciarse el aumento de grosor del nervio. 


    FIGURA 5-B) FSE-T2. Schwannoma del ángulo pontocerebeloso derecho (flecha). Aparece como una lesión oscura (hipointensa) que impronta sobre el tronco del encéfalo y el pedúnculo cerebeloso medio derecho, desplazándolos.


    FIGURA 5-C) FIESTA T2. Schwannoma redondeado en la cisterna del ángulo pontocerebeloso. Es de contorno liso, comprime el tronco del encéfalo y aparece separado de él, por una fina lámina brillante de LCR. Produce un aumento de tamaño del CAI derecho, hallazgo característico de este tipo de tumores, que ayuda a diferenciarlo de los meningiomas que se desarrollan en esa localización. 


    FIGURA 5-D) FLAIR T2. En esta secuencia apenas es perceptible el tumor. Por tanto no es necesaria hacerla. Cosas de los protocolos.


    FIGURA 5-E) SE-EPI. Imagen potenciada en Difusión Isotrópica (DWI). Tampoco aporta datos diagnósticos. Apenas de aprecia el schwanoma.


    FIGURA 5-F) FSE-T1 con Gadolinio. Se produce un realce intenso de la neoplasia (flecha) que delimita perfectamente sus contornos y su extensión. 

    CASO 6)                                                                                               

    Mujer de 46 años. Schwannoma izquierdo (Flecha)


    FIGURA 6-A) FSE-T1.  En la secuencia de imágenes, de orientación sagital, ya puede apreciarse la tumoración. 

    FIGURA 6-B) FIESTA T2. Schwannoma izquierdo, (flecha) perfectamente delimitado del parénquima encefálico.


    FIGURA 6-C) FSE-Densidad Protónica.


    FIGURA 6-D) FSE-T1 con Gadolinio. Se produce un realce intenso de la neoplasia (flecha). 

    FIGURA 6-E) Control postquirúrgico inmediato. En la imagen de TAC se aprecia la zona de craniectomía y la extirpación del schwannoma (flecha roja)

    CASO 7)                                                                                               

    Mujer de 36 años. Voluminoso Schwannoma que ocupa toda la cisterna derecha. (Flecha)


    FIGURA 7-A) FSE-T1.  En la secuencia de orientación sagital se aprecia la tumoración que parece depender del tronco del encéfalo. 


    FIGURA 7-B) FSE-T2. Los schwannomas voluminosos de la cisterna del ángulo pontocerebeloso, suelen ser mixtos: una parte sólida y múltiples quistes de tamaño variable.

    FIGURA 7-C) FIESTA T2. Aspecto multiquístico del schwannoma que comprime el tronco del encéfalo de manera llamativa. No produce edema vasogénico como suelen hacerlo los meningiomas. 

    FIGURA 7-D) FIESTA T2. Aspecto multiquístico del schwannoma que comprime el tronco del encéfalo de manera llamativa.

    FIGURA 7-E) FSE-DP. En las imágenes potenciadas en densidad protónica, la lesión aparece hiperintensa. Se puede suprimir esta potenciación.


    FIGURA 7-F) FSE-T1 con Gadolinio. En la imagen con contraste se produce realce de la porción sólida del tumor y de las paredes de los quistes así como de la extensión intracanalicular.


    DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:


    Los schwannomas de la cisterna del ángulo pontocerebeloso pueden plantear dudas diagnósticas con otro tipo de neoplasias que crecen en dicha región anatómica como, los meningiomas o los quistes epidermoides. 

    A) MENINGIOMAS: Es habitual encontrar meningiomas en esta localización que parecen schwannomas, sin embargo éstos últimos suelen presentan calcificaciones que no se observan en los tumores de las vainas nerviosas. Es el hallazgo diferencial más característico. Desafortunadamente la calcificación sólo se descubre en las imágenes de Tomografía Computarizada. 

    CASO 1) 


    FIGURA 1) Voluminoso meningioma calcificado que se localiza en la cisterna del ángulo pontocerebeloso.

    CASO 2)


    FIGURA 2-a) Tumoración mixta, con calcificaciones grumosas, que comprime el parénquima encefálico. Meningioma


    FIGURA 2-b) Algunos meningiomas invaden el conducto auditivo interno lo que hace muy difícil el diagnóstico. También son más agresivos y producen edema vasogénico en el tronco del encefálo que comprimen. 


    FIGURA 2-c) Con contraste, se aprecia realce intenso del meningioma y la extensión intracanalicular (Flecha).

    B) QUISTES EPIDERMOIDES: Los quistes epidermoides son neoplasias benignas que suelen desarrollarse en las cisternas de los ángulos pontocerebelosos. No deben confundirse con los schwannomas porque presentan dos características diferenciales inconfundibles: los schwanomas se realzan intensamente con contraste y los epidermoides no, además, los primeros no brillan en las imágenes de Difusión Isotrópica (DWI) y los segundos sí.



    FIGURA 1) FSE-Dp. Quiste epidermoide en la cisterna del ángulo pontocerebeloso izquierdo que pudiera confundirse con un schwanoma.


    FIGURA 2) FSE-T1 con Gadolinio. La lesión no se realza después de administrar contraste, motivo por el que debe excluirse el schwanoma del diagnóstico diferencial.

    FIGURA 2) SE-EPI. El quiste epidermoide brilla intensamente en las imágenes de Difusión Isotrópica (DWI) , mientras que el Schwanoma no brilla en esta potenciación.


    BIBLIOGRAFÍA:

    1) Plaza G, López LA, Fuente J, Aparicio JMl. Resonancia Magnética: Prueba de Elección en el Despistaje de Tumores del Conducto Auditivo Interno y Ángulo PontocerebelosoActa Otorrinolaringol Esp 2001; 52: 651-6. 

    2) Yoshimato Y. Natural history of vestibular Schwannoma. Nippon Rinsho.2005; 63 (supp/9): 321-323.

    3) Khrais T, Romano G, Sanna MJ. Nerve origin of vestibular schwannoma: a prospectlve studyJ Laryngol Otol2007; 122:128-31.   




    EL BAÚL RADIOLÓGICO. ÍNDICE DE TEMAS, AÑO 2014 ( El Baúl Radiológico 2014 TABLE OF CONTENTS) by luis mazas artasona. 2014

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    15/12/14




    27/11/14




    23/11/14




    14/11/14




    12/11/14




    9/11/14




    29/10/14




    10/10/14




    29/9/14




    28/9/14




    17/9/14




    13/9/14




    1/9/14




    25/8/14




    18/8/14




    5/8/14




    2/8/14




    24/7/14




    17/7/14




    29/6/14




    24/6/14




    22/6/14




    4/6/14




    16/5/14




    4/5/14




    1/5/14












    15/4/14




    3/4/14












    31/3/14




    24/3/14




    20/3/14




    17/3/14




    11/3/14




    5/3/14




    28/2/14




    17/2/14












    14/2/14




    9/2/14




    6/2/14




    29/1/14




    24/1/14




    19/1/14




    7/1/14

    2) SCHWANNOMAS DEL TRIGÉMINO. HALLAZGOS EN TOMOGRAFÍA POR RESONANCIA MAGNÉTICA (Trigeminal Schwannomas: MRI Findings) by luis mazas artasona. Enero 2015.

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    Los Schwannomas del Trigéminoson bastante menos frecuentes que los que se originan en el acústico. Su aspecto y morfología depende mucho del tramo del nervio que se ve afectado. Hay que tener en cuenta que el trigémino sigue un trayecto muy largo desde su origen en los núcleos centrales del tronco del encéfalo. La rama principal emerge en la cara lateral de la protuberancia y discurre en sentido postero-anterior por la cisterna cerebelopontina, cruza por encima del ápex petroso y forma un prominencia nerviosa que se denomina ganglio semilunar o de Gasser. Este ganglio del trigémino, se aloja en la región paraselar, en un receso de la duramadre denominado cavum de Meckel. A partir del ganglio trigeminal surgen tres ramas:

    1) Rama oftálmica. Penetra en la órbita a través de la fisura orbitaria superior.
    2) Rama maxilar. Sale de la cavidad craneal por el agujero redondo hasta alcanzar la fosa pterigopalatina, donde se ramifica.
    3) Rama mandibular. Atraviesa el agujero oval y se ramifica en la fosa infratemporal.

    La morfología y distribución anatómica de los schwanomas del trigémino dependen del lugar donde se desarrolla el tumor. Los hay redondeados que se localizan en la cisterna cerebelopontina porque crecen exclusivamente en la rama principal del nervio. Otros se extienden también hasta el ganglio de Gasser por lo que adoptan una forma lobulada. Más frecuentes son los que afectan al ganglio y se manifiestan como una masa redondeada que se desarrollan en el cavum de Meckel. Y también se han descrito schwannomas de las ramas distales que pueden crecer en la órbita o en la fosa pterigopalatina.

    La Tomografía por Resonancia Magnética es la modalidad de diagnóstico por imagen más sensible y específica. Los schwannomas aparecen hipointensos (grises) en las imágenes potenciadas en T1, hiperintensos (brillantes en SE-T2) y se realzan de forma intensa y heterogénea después de administrar contraste. En las imágenes siguientes se muestran algunos casos de schwannomas del trigémino.


    FIGURA 1) Representación esquemática figurada del trigémino derecho desde su origen en el tronco del encéfalo, el trayecto cisternal, el ganglio de Gasser, y la bifurcación extracraneal en tres ramas: oftálmica, maxilar y mandibular.

    Key Words: Schwannomas. Trigeminal Schwannomas. MRI



    FIGURA 2) Imagen FIESTA T2. Signa Excite 1´5T. Las flechas rojas señalan la emergencia de los trigéminos en la protuberancia y el trayecto que siguen en la cisterna del ángulo pontocerebeloso, hasta penetrar en los respectivos Cavum de Meckel.


    FIGURA 3) FSE-T1. En proyección parasagital se puede apreciar, con nitidez, el trayecto de la rama principal del trigémino que sigue un trayecto descendente (flechas)

    CASO 1)                                                                                             

    Mujer de 64 años. Schwannoma del tronco principal y ganglio de Gasser del trigémino derecho.


    FIGURA 1-A) FSE-T1. Tumoración lobulada, hipointensa, que crece en la cisterna del ángulo pontocerebeloso (flecha amarilla) y se extiende hasta el cavum de Meckel (flecha amarilla).
    FIGURA 1-B) FLAIR T2. En la imagen axial, se observa con claridad la tumoración lobulada que crece en la cisterna cerebelopontina y en el cavum de Meckel derechos (flechas). Comportamiento característico de los schwannomas trigeminales.


    FIGURA 1-C) FRFSE-T2.La tumoración comprime el tronco del encéfalo sin infiltrarlo. Estos tumores son poco agresivos y alcanzan un gran tamaño antes de que produzcan una sintomatología clínica muy llamativa.  

    FIGURA 1-D) SE-T1 con Gadolinio. Las imágenes con contraste son las más demostrativas porque delimitan, con nitidez, la totalidad de la neoplasia.


    FIGURA 1-E) SE-T1 con Gadolinio. En esta imagen más caudal se observa los dos nódulos tumorales que conforman el schwannoma: el que afecta al tronco principal del nervio y el que se localiza en el cavum de Meckel. El CAI aparece libre (flecha), detalle que ayuda a distinguir los schwannomas del trigémino de los del acústico.



    FIGURA 1-F) SE-T1 con Gadolinio. En esta imagen de orientación coronal se observa el nódulo del schwannoma que se localiza en el cavum de Meckel derecho. Aparece contorneado por la duramadre. En el lado izquierdo la flecha señala el cavum normal. Compárese con el derecho. Esta asimetría en los cortes de orientación coronal es característica de los schwannomas del trigémino.


    FIGURA 1-G) Control postquirúrgico. El tumor se ha extirpado totalmente. Persiste el hueco que ha dejado el tumor en la fosa temporal derecha (asterisco) pero el tronco del encéfalo ha recuperado su lugar y no se han producido secuelas.


    CASO 2)                                                                                             

    Paciente varón de 57 años. Schwannoma del ganglio de Gasser derecho que se ha desarrollado en el cavum de Meckel.

    FIGURA 2-A) FSE-T1. Tumoración redondeada, hipointensa, que crece en el cavum de Meckel derecho (flecha amarilla). Hallazgo muy sugestivo de schwannoma trigeminal.


    FIGURA 2-B) FLAIR T2. Tumoración redondeada en el cavum de Meckel derecho (flecha amarilla). El tronco principal del nervio aparece indemne (flecha roja).

    FIGURA 2-C) FRFSE-T2. La tumoración se localiza en el cavum de Meckel, está bien delimitada y presenta pequeños quistes (Flecha amarilla). Las flechas rojas señalan los troncos principales de los trigéminos. 

    FIGURA 2-D)  FRFSE-T2. La tumoración se localiza en el cavum de Meckel derecho que aparece ocupado con respecto al izquierdo (flechas amarillas).

    FIGURA 2-E) SE-T1 con Gadolinio. En esta imagen de orientación axial se observa el schwannoma que se localiza en el cavum de Meckel derecho (flecha).


    FIGURA 2-F) SE-T1 con Gadolinio. En esta imagen de orientación coronal se observa el aspecto y localización característicos de los schwannomas del ganglio de Gasser que se localizan en el cavum de Meckel (flecha).

    BIBLIOGRAFÍA: 

    1) Scheithauer BW, Louis DN, Hunter S, Woodruff JM, Antonescu CR (2007a). Schwannoma. En: Louis DN, Ohgaki H, Wiestler OD, Cavenee WK (Ed), WHO Classification of Tumours of the Central Nervous System, (pp 152-155). Lyon: IARC.

    2) Al-Mefty, O., Ayoubi, S., Gaber, E.: Trigeminal schwannomas. Removal of dumbell shaped tumors through the expanden Meckel's cave and outcomes of cranial nerve function. J Neurosurg 2002; 96: 453-463. 

    3) SCHWANNOMAS CERVICALES (Cervical Schwannomas: MRI Findings) by luis mazas artasona. Enero 2015

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    Los schwannomas pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo humano por donde discurren ramas nerviosas mielinizadas. En la región cervical suelen localizarse dentro del canal espinal o en las partes blandas paravertebrales. Los schwannomas espinales cervicales son neoplasias que crecen en el canal espinal porque se originan en las vainas de las raíces nerviosas sensitivas. Por tanto, la mayoría son tumores intradurales, extramedulares, que pueden crecer a lo largo del canal espinal cervical, comprimiendo a la médula, o salir a través del agujero de conjunción correspondiente, hasta el espacio paravertebral. En este caso, y como son de crecimiento muy lento, producen un agrandamiento del contorno óseo del agujero neural y adoptan una forma de cacahuete alargado. Hay también schwanomas que se desarrollan en las ramas extracraneales de los nervios craneales (vago e hipogloso) o en alguna de las múltiples ramificaciones de las cadenas del simpático. Por eso se pueden detectar, e incluso palpar a ambos lados del cuello. (Figura 1).

    La localización más frecuente de los schwannomas periféricos es en la región cervical y lumbosacra y son bastante menos frecuente en la dorsal. La mayoría de ellos se comportan como los intracraneales. Aparecen como masas redondeadas, bien delimitadas, que desplazan la médula o los planos musculares, sin infiltrarlos. Son hipointensos en T1 y se realzan de manera heterogénea después de administrar contraste.

    El dolor es síntoma clínico más frecuente, de los schwannomas espinales porque se localizan en las ramas sensitivas de los nervios, pero no producen hemiplejia. A veces, comprimen tanto a la médula que es difícil  determinar si son neoplasias extra o intramedulares y sorprende que los pacientes vengan a realizarse la exploración de RM caminando y no se encuentren postrados en cama. Eso demuestra su poca agresividad y es un dato diagnóstico importante. La mayoría de los schwannomas cervicales se presentan como lesiones solitarias, pero en algunos casos son una manifestación más de la Neurofibromatosis tipo II.

    FIGURA 1) Los schwannomas cervicales pueden localizarse en el canal espinal (1), protruir a través del agujero de conjunción (2) o palparse como una tumoración móvil en las partes blandas paravertebrales (3)

    Key Words: Schwannomas. Cervical schwannomas. Cervical nerve sheath tumours. Intradural extramedullary cervical tumours.




    FIGURA 2) En el esquema se representa un schwannoma espinal que se ha desarrollado en la raíz dorsal sensitiva derecha, de la columna cervical.

    CASO 1)                                                                                                        

    Mujer de 46 años.

    FIGURA 1-A) Imagen FSE- T1. La flecha señala una pequeña lesión hipointensa que impronta sobre la médula cervical. Schwannoma intradural extramedular. 


    FIGURA 1-B) Imagen FR-FSE-T2.  En esta secuencia los schwannomas aparecen ligeramente hipointensos (oscuros) (Flecha).


    FIGURA 1-C) Imagen FSE-T1 Gadolinio. El schwannoma se realza de forma intensa después de administrar contraste.


    FIGURA 1-D) Imagen axial FSE-T1 Gadolinio. El schwannoma se realza de forma intensa después de administrar contraste.

    FIGURA 1-E)  Imagen coronal FSE-T1 Gadolinio. El schwannoma es  redondeado. No debe confundirse con un meningioma que tiene una base de implantación plana.


    CASO 2)                                                                                                    

    Varón de 62 años.

    FIGURA 2-A) Imagen FSE- T1. Las flechas señalan una lesión hipointensa alargada que impronta sobre la médula cervical. El paciente vino por su propio pie, con intenso dolor en la extremidad superior izquierda.


    FIGURA 2-B) Imagen FR-FSE-T2.  En esta imagen el schwannoma aparecía con hiperseñal heterogénea. Apenas era visible la médula, pero no había signos de mielopatía ni siquiera edema vasogénico por la compresión  (Flechas).


    FIGURA 2-C) Imagen de orientación coronal, FSE-T1 Gadolinio. La neoplasia se realza de forma intensa y heterogénea después de administrar contraste. Hallazgo bastante frecuente en algunos schwannomas que contienen pequeños quistes. 

    FIGURA 2-D) Imagen de orientación sagital, FSE-T1 Gadolinio. La neoplasia se realza de forma intensa y heterogénea después de administrar contraste. Hallazgo bastante frecuente en algunos schwannomas multiquísticos. 

    FIGURA 2-E) Imagen de orientación axial, FSE-T1 Gadolinio. La neoplasia se realza de forma anular mostrando una zona central hipointensa. Hallazgo característico en algunos schwannomas. 

    CASO 3)                                                                                                          

    Mujer de 52 años.

    FIGURA 3-A) Los schwannomas que protruyen en el espacio paravertebral, a través del agujero de conjunción, producen un aumento de tamaño del mismo que suele apreciarse en las radiografías simples (Flechas).


    FIGURA 3-B) Imagen de orientacion sagital TSE-T1 (Magnetom C! 0´35T Siemens) En un modelo de bajo campo, las imágenes son de menor resolución y resulta difícil delimitar la neoplasia. 
    FIGURA 3-C) Imagen de orientacion sagital TSE-T1 (Magnetom C! 0´35T Siemens). En este plano parasagital derecho se observa, con mayor precisión, una masa redondeada sugestiva de schwannoma.


    FIGURA 3-D) Imagen de orientacion sagital TSE-T21. En la potenciación en T2 la lesión es más evidente y parece tener un origen intramedular. 


    FIGURA 3-E) Imagen de orientacion sagital TSE-T21. En la potenciación en T2 la lesión tiene un aspecto redondeado. 

    FIGURA 3-F) Imagen de orientacion axial TSE-T2. La lesión tiene un origen intradural, extramedular, ocupando la mitad del canal espinal, y protruye a través del agujero de conjunción (Flecha) 

    FIGURA 3-G) Imagen de orientación coronal, FSE-T1 Gadolinio. La neoplasia se realza de forma intensa después de administrar contraste y sigue el trayecto del nervio (Flecha). 


    FIGURA 3-H) Imagen de orientación coronal, FSE-T1 Gadolinio. Aspecto característico, en forma de cacahuete, de un schwannoma (Flecha). 

    CASO 4)                                                                                                        

    Mujer de 41 años.

    FIGURA 4-A) Imagen parasagital FSE- T1. La flecha señala una pequeña lesión redondeada, en las partes blandas del cuello. 

    FIGURA 4-B) Imagen parasagital derecha FR-FSE-T2.  En esta imagen el schwannoma muestra un aspecto bastante característico de ese tipo de neoplasias. Focos hipointensos en el centro de la lesión, que delata su componente microquístico central, rodeados por un halo hiperintenso anular.(Flecha).

    FIGURA 4-C) Imagen de orientación coronal FR-FSE-T2.  Idénticos hallazgos. Focos hipointensos en el centro de la lesión, rodeados por un halo hiperintenso anular.  (Flecha). La neoplasia desplaza los músculos sin infiltrarlos.

    FIGURA 4-D) Imagen de orientación axial FR-FSE-T2.  Focos hipointensos en el centro de la lesión, rodeados por un halo hiperintenso anular (Flecha).

    FIGURA 4-E) Imagen de orientación coronal, FSE-T1 Gadolinio. En las imágenes con contraste se invierten los hallazgos. El centro del schwannoma se realza y la parte periférica no, lo que le confiere un aspecto característico "en anillo" (Flecha). 

    DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: El diagnóstico diferencial de los schwannomas espinales cervicales se plantea con los neurofibromas y los meningiomas, principalmente.

    A) NEUROFIBROMAS. Son neoplasias indistinguibles por su aspecto, morfología y localización, de los schwannomas. También se originan en los nervios periféricos y crecen a expensas de todos los componentes nerviosos: células de schwann, fibroblastos y fibras de colágeno.


    B) MENINGIOMAS. Los meningiomas son las neoplasias benignas que más dudas diagnósticas plantean con los schwannomas, porque comparten con ellos, las mismas características de neuroimagen. Quizá hay dos detalles que les diferencian:
    1) Los meningiomas tienen una base de implantación plana.
    2) Los meningiomas no suelen protruir a través de los agujeros de conjunción.


    Figura 1) Imagen FSE- T2. Meningioma con base de implantación plana y contorno en forma de plato invertido. (Flecha).

    Figura 2) Imagen de orientación sagital, FSE-T1 Gadolinio. En las imágenes con contraste los meningiomas se realzan de forma más intensa y homogénea que los schwannomas. Aspecto aplanado de un meningioma (Flechas). 


    BIBLIOGRAFÍA:

    1) Vicente Rodriguez JC, Junquera Gutierrez LM, Fresno Forcelledo MF, Villaláin L, López Arranz JS.Neck Schwannomas. MED ORAL 2003;8:71-76.

    2) Hood RJ, Jensen ME, Reibel JF, Levine PA. Schwannoma of the cervical sympathetic chain. The Virginia experience. Ann Otol Rhinol Laryngol 2000;109:48-51.

    4) SCHWANNOMAS DE LA COLUMNA DORSAL ( Schwannomas of Dorsal Spine: MRI Findings) by luis mazas artasona. Enero 2015.

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    Los schwannomas de la región dorsal son poco frecuentes. Su aspecto en las imágenes de Tomografía por Resonancia Magnética es muy parecido al que se observa en otras localizaciones a lo largo del canal espinal. Aparecen como masas redondeadas o piriformes localizadas en el canal espinal o en el espacio paravertebral, cuando afectan a la porción extraforaminal de los nervios dorsales. 

    FIGURA 1) Imagen FSE-T1. Masa redondeada, hipointensa, paravertebral derecha (Flecha).

    Key Words: Schwannomas. Schwannomas of dorsal spine. MRI.



    FIGURA 2) Imagen FRFSE-T2. La masa redondeada emerge del agujero de conjunción. Las flechas rojas señalan, los paquetes nervio-arteria-venas intercostales que indican la localización de los agujeros de conjunción.


    FIGURA 3) Imagen axial FSE-T1. Schwannoma extraforaminal derecho (Flechas).


    FIGURA 4) Imagen axial FSE-T1 con Gadolinio. El schwannoma extraforaminal derecho se realza con contraste (Flechas).

    FIGURA 5) Imagen de orientación coronal FSE-T1 con Gadolinio. El schwannoma derecho se realza con contraste (Flecha).

    BIBLIOGRAFÍA:

    1) Choudry Q, Younis F, Smith RB. Intraosseous schwannoma of D12 thoracic vertebra: diagnosis and surgical management with 5-year follow-up. Eur Spine J 2007 Dec;16(Suppl 3):283-6.

    2) Jeon JH, Hwang HS, Jeong JH, Park SH, Moon JG, Kim CH. Spinal schwannoma; analysis of 40 cases. J Korean Neurosurg Soc 2008; 43:135-8

    5) SCHWANNOMAS DE LA COLUMNA LUMBAR (Schwannomas of Lumbar Spine: MRI Findings) by luis mazas artasona. Enero 2015.

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    Los schwannomas del canal  espinal lumbar afectan a alguna de las raíces nerviosas de la cola de caballo (Cauda Equina), por lo que su localización más frecuente es  intradural. El tamaño de estas neoplasias es variable, pues se presenta como un pequeño nódulo redondeado, que se localiza entre las raíces, o una masa que ocupa todo el canal espinal. La Tomografía por Resonancia Magnética (IRM) es la modalidad de Diagnóstico por Imagen más sensible para detectarlos. Sin embargo, el diagnóstico exacto resulta complicado porque los schwannomas intradurales tienen un aspecto morfológico muy parecido al de otras neoplasias lumbares con las que pueden confundirse, siendo las más comunes: algunos meningiomas, las metástasis leptomeníngeas o los ependimomas.  

    Los schwannomas lumbares también pueden crecer en los nervios raquídeos que emergen por los respectivos agujeros de conjunción. Tienen un aspecto y una distribución anatómica muy características, circunstancias que facilitan el diagnóstico con bastante exactitud. Al ser tumores benignos, de crecimiento lento, producen poca sintomatología clínica o anodina, motivo principal por el que se descubren cuando son de un tamaño considerable. Desde el punto de vista de de las modalidades de Neuroimagen, cabe destacar una serie de signos que los hacen reconocibles:

    1) Se desarrollan en el trayecto foraminal y extraforaminal de los nervios radiculares.

    2) Como el crecimiento es lento y poco agresivo, producen un agrandamiento de tamaño del agujero de conjunción, por el que protruyen hacia el espacio paravertebral. Este agrandamiento del foramen ya suele observarse en las radiografías de la columna lumbosacra en proyección lateral. Es un dato radiológico muy orientativo. 

    3) En su crecimiento también suelen improntar sobre el muro posterior de la vértebra, produciendo una concavidad en la misma que puede confundirse con una metástasis ósea osteolítica. Esta concavidad en el hueso, que también se aprecia en las radiografías convencionales de la columna, aparece delimitada por un trazo radiopaco de esclerosis. Este hallazgo es muy significativo porque sólo se produce en los huesos como respuesta a cualquier proceso de evolución lenta y naturaleza benigna como los schwannomas, los quistes óseos o las hernias de schmörl, por citar algunos. En cambio en las metástasis óseas, el crecimiento neoplásico rápido, impide la creación de cualquier contorno escleroso.

    4) La protrusión extraforaminal de la neoplasia produce un desplazamiento lateral del músculo psoas muy característico, sin signos de infiltración, hallazgo que, junto a los demás mencionados, refuerza la sospecha de tumoración benigna
       
    El protocolo de adquisición de datos mediante TRM (IRM) es muy sencillo.
    1.  Secuencia de orientación sagital FSE-T1 o TSE-T1. (Hipointensos)
    2.  Secuencia de orientación sagital FSE-T2 o TSE-T2. (Ligeramente Hiperintensos)
    3.  Secuencia de orientación axial con contraste y saturación de la grasa FSE-T1+Gd+ Sat Fat. (Realce intenso y heterogéneo).
    4.  Secuencia de orientación coronal con contraste y saturación de la grasa FSE-T1+Gd+Sat Fat   (Realce intenso y heterogéneo).
    A continuación se muestran algunos casos, confirmados, de schwannomas lumbares.

    FIGURA 1) Representación figurada de las dos formas de crecimiento más frecuentes de los schwannomas lumbares: intradural (1) y foraminal-extraforaminal (2).

    Key words: Schwannomas. Lumbar Schwannomas. MRI.



    FIGURA 2) Representación esquemática de algunas formas de crecimiento más habituales de los schwannomas lumbares y de la repercusión que su desarrollo tiene en las estructuras anatómicas de la columna: Intradural pequeño (1), Intradural grande ocupando todo el canal espinal (2), foraminal-extraforaminal, sin deformar el agujero (3), extraforaminal (4), foraminal-extraforaminal con agrandamiento del agujero de conjunción y esclerosis reactiva en la vértebra (5), Crecimiento polilobulado con erosión de la vértebra y contorno escleroso, típico de las lesiones benignas de crecimiento lento (5).


    CASO 1)                                                                                                      

    Varón de 64 años con dolor lumbar.


    FIGURA 1) En la radiografía lateral se aprecia una concavidad, de contorno escleroso (flechas), en el muro posterior de la vértebra L2. Es uno de los signos radiológicos más sutiles de la existencia de un tumor benigno de las vainas nerviosas. 


    FIGURA 1) Imagen de TAC abdominal realizada por otro motivo. Se aprecia la neoplasia que desplaza el músculo psoas y produce un aumento de tamaño del agujero de conjunción. En aquellos pacientes en los que no se puede realizar una exploración de TRM, la TAC sin y con contraste yodado, es una alternativa muy valiosa para detectar este tipo de lesiones.


    FIGURA 1) Imagen FSE-T1 (Fast Spin Eco). Agrandamiento del agujero de conjunción derecho de L2 producido por una masa que presenta isoseñal con los músculos y con los discos intervertebrales.


    FIGURA 1) Imagen FSE-T2. Ligera hiperseñal heterogénea de la lesión. Los quistes radiculares, con los que pueden confundirse son muy intensos en la potenciación en T2. 

    FIGURA 1) Imagen FSE-T1 con contraste. Agrandamiento del agujero de conjunción derecho de L2, (flechas rojas), producido por una tumoración que se realza con contraste (flechas amarillas). Si se hubiese aplicado la opción Fat Sat, el schwannoma se hubiera visto más realzado, como consecuencia de la supresión de la señal de la grasa circundante.


    FIGURA 1) Imagen FSE-T1 con contraste. Las imágenes de orientación coronal son muy demostrativas porque permiten apreciar el trayecto de la neoplasia siguiendo la orientación descendente oblicua del nervio espinal.

    CASO 2)                                                                                                      


     Varón de 72 años. Schwannoma.

    FIGURA 2-A) Imagen FSE-T1. Agrandamiento del agujero de conjunción izquierdo  en L4-L5, producido por una masa hipointensa (flecha amarilla). Compárese el aspecto con el resto de los agujeros de conjunción normales (flechas negras). 

    FIGURA 2-B) Imagen FSE-T2. Ligera hiperseñal heterogénea de la lesión (flecha)


    FIGURA 2-C) Imagen FSE-T1. Crecimiento foraminal y extraforaminal del tumor (flecha)


    FIGURA 2-D) Imagen axial FSE-T1. El schwannoma (asterisco) sigue el trayecto del nervio, desplazando al músculo psoas (ps).

    FIGURA 2-E) Imagen FRFSE-T2. Imagen de orientación coronal  muy demostrativa porque permite apreciar la extensión de la neoplasia, siguiendo el trayecto descendente oblicuo del nervio espinal, y compararlo con el contralateral (flechas).


    FIGURA 2-E) Imagen FRFSE T2 (GE Signa 1´5T). Discreta hiperseñal heterogénea del schwannoma que desplaza al músculo psoas izquierdo (flecha)

    FIGURA 2-F) Imagen axial FSE-T1 con contraste. Agrandamiento del agujero de conjunción izquierdo (flecha), producido por la tumoración que se realza con contraste en la periferia. Si se hubiese aplicado la opción Fat Sat, el schwannoma se hubiera visto más realzado.

    CASO 3)                                                                                                      

    Mujer de 60 años. Dolor lumbar inespecífico.


    FIGURA 3-A) En la radiografía lateral se aprecia una concavidad, de contorno escleroso (flechas), en el muro posterior de la vértebra L2. Es uno de los signos radiológicos más sutiles de la existencia de un tumor benigno de las vainas nerviosas. No confundir con una lesión osteolítica.


    FIGURA 3-B) Imagen axial de TAC abominal. La tumoración se desarrolla en el compartimento paravertebral derecho, perfectamente separada del músculo psoas, sin infiltrarlo.

    FIGURA 3-C) Imagen FSE-T1. En la imagen de orientación coronal  se puede apreciar la morfología piriforme y el trayecto de la neoplasia, siguiendo la orientación descendente oblicua del nervio espinal (flechas).


    FIGURA 3-D) Imagen axial FSE-T1. En la imagen se puede apreciar la impronta que produce el schwannoma sobre el músculo psoas-iliaco y la separación entre ambos por una delgada capa de grasa  (flechas).


    FIGURA 3-E) Imagen FRFSE-T2. La imagen muestra el trayecto intradural del tumor, que desplaza  a las raíces de la cola de caballo (flecha) 

    FIGURA 3-F) Imagen FRFSE-T2. Trayecto extraforaminal de la neoplasia.

    FIGURA 3-G) Imagen FSE-T1 con contraste y Sat Fat. En la imagen de orientación coronal, con contraste y saturación grasa, el schwannoma se realza de manera heterogénea y, en su seno, se observan pequeños quistes hipointensos. Característica bastante habitual en este tipo de tumores. 

    FIGURA 3-H) Imagen axial FSE-T1 con contraste y Sat Fat. El schwannoma se realza de manera heterogénea y, en su seno, se observan pequeños quistes hipointensos.

    CASO 4)                                                                                                      


    Mujer de 56 años. Dolor lumbar sin irradiación.


    FIGURA 4-A) Imagen FSE-T1. Pequeña lesión redondeada, apenas perceptible, de localización intradural.


    FIGURA 4-B) Imagen FRFSE-T2. La lesión redondeada, se hace más visible. 

    FIGURA 4-C. Imagen FSE-T1 con contraste. La lesión se realza en la serie con contraste, pero los hallazgos son poco concretos. Es difícil determinar, en el caso de schwannomas pequeños como éste, qué son en realidad. Suele haber muchas sorpresas. 

    FIGURA 4-D) Imagen axial FSE-T1 con contraste. Schwannoma intradural. (Flecha)

    CASO 5)                                                                                                      


    Varón de 57 años.


    FIGURA 5-A) Imagen FSE-T1. Pequeña lesión redondeada de localización intradural (Flecha).

    FIGURA 5-B) Imagen FRFSE-T2. La lesión redondeada, se hace más visible. Diagnóstico incierto. 

    FIGURA 5-C) Imagen axial  FRFSE-T2. La lesión ocupa todo el canal espinal. 


    FIGURA 5-D) Imagen FSE-T1 con contraste. La lesión se realza más en la periferia que en el centro, como suelen hacerlo los schwannomas, pero el diagnóstico es incierto. 


    DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: El diagnostico de los schwanomas mediante TRM (IRM) es bastante sencillo cuando se trata de tumores grandes de localización foraminal. Sin embargo si se descubren lesiones pequeñas que afectan a las raíces de la cola de caballo el diagnóstico suele ser muy difícil, porque los signos radiológicos son escasos. A continuación presentamos algunos hallazgos que pueden confundirse con schwannomas. 



    A) QUISTES RADICULARES (De  Tarlov): Los quistes radiculares producen agrandamiento de los agujeros de conjunción pero son más hipodensos en T1 que los schwannomas y brillan más en la potenciación en T2. Si hubiere muchas dudas diagnósticas se puede recurrir a la inyección de contraste. Es definitiva, los quistes no se realzan nunca y los schwannomas siempre.

    FIGURA A-1) Imagen FSE-T1. Quiste radicular intrasacro (De Tarlov). Aparece muy oscuro (hipointenso en T1)


    FIGURA A-2) Imagen FSE-T2. Quiste radicular intrasacro (De Tarlov). Aparece muy brillante (hipointenso) en T2.


    FIGURA A-3) Imagen FSE-T1. Quiste radicular intrasacro (De Tarlov). Aparece muy oscuro (hipointenso en T1) y agranda el agujero sacro como los schwannomas.


    B) MENINGIOMAS: Hay meningiomas intradurales que tienen una base de implantación plana, hallazgo que los diferencia de los schwannomas, pero algunos meningiomas no muestran este hallazgo y se presentan como lesiones redondeadas. 

    FIGURA B-1) Imagen FSE-T1. Lesión redondeada hipointensa en T1. ¿......?


    FIGURA B-2) Imagen FRFSE-T2. Lesión redondeada que comprime las raíces. ¿......?. No se administró contraste porque el paciente era alérgico y se negó.


    FIGURA B-3) La lesión se extirpo quirúrgicamente (laminectomías, flechas) y el diagnóstico anatomopatológico fue de meningioma grado I de la OMS.

    C) EPENDIMOMAS: Los ependimomas de las raíces de la cola de caballo son tumores de crecimiento lento que se desarrollan en el canal espinal especialmente en la región lumbar. Los de pequeño tamaño se comportan como los schwannomas, producen lumbalgia sin irradiación y se realzan de forma intensa en las series con contraste. Es muy difícil distinguirlos de los schwannomas.

    D) PARAGANGLIOMAS EXTRA-ADRENALES: Los paragangliomas extra-adrenales se desarrollan en los ganglios simpáticos por lo que su localización se distribuye desde el cráneo hasta la pelvis. Los que se encuentran entre las raíces de la cola de caballo (cauda equina) son tumores de crecimiento lento que por su aspecto plantean dudas diagnósticas con los schwannomas. Son lesiones bien delimitadas, hipointensas en T1, ligeramente hiperintensas en T2 y que se realzan intensamente con contraste. Adoptan el aspecto de un capullo de seda dentro del canal espinal lumbar. Uno de los signos diferenciales más evidentes, con respecto a los schwannomas, es la existencia de una red vascularde morfología serpiginosa que se extiende desde los vasos distales del cono medular hasta la neoplasia. A continuación se muestra un paraganglioma intradural lumbar, grado I de la OMS.


    FIGURA D-1): Imagen FSE-T1. Lesión circunscrita intradural, hipointensa (Flecha). Las flechas pequeñas señalan el aporte vascular del tumor que se origina de los vasos del tramo distal de la médula. Es un hallazgo característico que no se suele observar en los schwannomas.

    FIGURA D-2) Imagen FSE-T2. Lesión circunscrita intradural (Flecha amarilla). Las flechas rojas señalan el aporte vascular del tumor.

    FIGURA D-3) Imagen FSE-T1 con contraste. Lesión circunscrita intradural que se realza intensamente con contraste. Su aspecto recuerda al de un capullo de seda. (Flecha amarilla). Las flechas rojas señalan el aporte vascular del tumor. Paraganglioma Grado I.

    E) METÁSTASIS: Algunas metástasis asientan entre las raíces de la cola de caballo. Se presentan como lesiones redondeadas que se realzan con contraste, de forma intensa. Cuando son múltiples y aparecen en personas que sufren algún tipo de cáncer el diagnóstico es sugestivo, pero cuando son solitarias, no se pueden diferenciar de los schwannomas porque el aspecto, de ambos, es muy similar


    FIGURA E-1) Imagen FRFSE-T2. Metastasis nodular de una neoplasia de mama.


    FIGURA E-2)  Imagen FRFSE-T2. En las imágenes en proyección coronal se aprecian varias lesiones nodulares, de tamaño variable, metástasis de una neoplasia de mama.


    FIGURA E-3) Imagen FSE-T1 con contraste y Sat Fat. Las metástasis se realzan con contraste. Si sólo hubiera una, el diagnóstico sería complicado.

    BIBLIOGRAFÍA:


    1) Liu WC, Choi G, Lee SH, Han H, Lee JY, Jeon YH. Radiological findings of spinal schwannomas and meningiomas: focus on discrimination of two disease entities. Eur Radiol 2009; 19:2707-15.
    2) Abul-Kasim K, Thurnher MM, McKeever P, Sundgren PC. Intradural spinal tumours: current classification and MRI features. Neuroradiology 2008 Apr;50(4):301-14.
    3) Conti P, Pansini G, Mouchaty H, Capuano C, Conti R. Spinal neurinomas: retrospective and long outcome of 179 consecutively operated cases and review the literature. Surg Neurol 2004; 61: 34-43

    QUISTES PERINEURALES (QUISTES DE TARLOV). (Perineural Cysts. Tarlov´s Cysts. MRI Findings) by luis mazas artasona. Febrero 2015.

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    Los quistes perineurales o perirradiculares fueron descritos por  Isadore Tarlov (1905-1970), neurocirujano que dedicó sus investigaciones al estudio de los nervios espinales. De él tomaron el nombre con el que se les conoce. Se pueden detectar en cualquiera de las raíces de la columna pero son más frecuentes en la región sacrocoxígea, donde alcanzan su mayor tamaño. Suelen ser un hallazgo incidental en exploraciones de TC y TRM (IRM) de la columna lumbosacra. 

    Para comprender su génesis, bueno será repasar la anatomía de las raíces y nervios espinales. En la región lumbosacra, las raíces de la cola de caballo emergen por los agujeros de conjunción rodeadas por un manguito membranoso formado por la duramadre y la aracnoides que también recubren la superficie ósea del canal espinal y de la cavidad craneal. Una vez franqueados los agujeros de conjunción, la duramadre se fusiona con el epineuro y la aracnoides con el perineuro. De esta forma la porción proximal de las raíces queda envuelta por una vaina cilíndrica que se comunica con el espacio subaracnoideo espinal y permanece rellena de líquido cefalorraquídeo. Es en el tramo de las vainas radiculares donde se localizan la mayoría de los quistes de Tarlov (Figura 1).

    FIGURA 1) Esquema figurado en el que se representan dos raíces de la cauda equina emergiendo por los respectivos agujeros de conjunción. Ambas aparecen rodeadas por una prolongación sacular de la duramadre y la aracnoides: las vainas radiculares.

    Key Words: Perineural Cysts. Tarlov´s Cysts. Periradicular Sacral Cysts.

    Los quistes de Tarlow más típicos se forman por una dilatación focal de la vaina perirradicular que comunica el quiste con el espacio subaracnoideo espinal (Figura 2)(1). En los cortes axiales de de IRM T2 se puede apreciar la raíz en el centro de la vaina y del quiste. No son muy grandes de tamaño y se localizan en cualquiera de las raíces espinales pero especialmente en las sacrocoxígeas. 

    Hay otro tipo de quistes perineurales que se desarrollan en la pared de la vaina radicular y crecen como un divertículo (Figura 2)(2). Mantienen comunicación con el espacio subaracnoideo de la raíz, por lo que están llenos de líquido cefalorraquídeo. Éstos son los más problemáticos porque el líquido que penetra en su interior no se evacua con la misma facilidad a través del estrecho cuello que facilita la comunicación con el saco dural. Por ese motivo se van dilatando, lenta pero progresivamente, produciendo un agrandamiento de tamaño del agujero de conjunción que conserva su contorno escleroso. En su crecimiento pueden provocar compresión sobre las raíces nerviosas y producir dolor intenso, indistinguible del provocado por las hernias discales.  Se ha pensado tradicionalmente que los quistes de Tarlov no producían molestias, sin embargo eso no es así. Posiblemente los perirradiculares no dan síntomas clínicos porque son de pequeño tamaño pero los seudodiverticulares, que agrandan los agujeros, sí que producen un síndrome clínico muy variado que requiere tratamiento médico.

    El tratamiento depende de cada caso particular. Se han realizado inyección de farmacos antiinflamatorios en el interior del quiste, drenaje percútaneo de los de gran tamaño e incluso extirpación quirúrgica de los más voluminosos, pero los resultados no son siempre satisfactorios. Hay que tener en cuenta que el hallazgo de quistes de Tarlov siempre se produce en personas de mediana edad o mayores, en las que coexisten lesiones degenerativas en la columna cuya sintomatología puede confundirse. La pregunta es inevitable ¿Qué produce dolor, la artrosis de las articulaciones o el quiste?. Es muy difícil demostrarlo. Por eso hay que ser muy precisos en el momento de redactar un informe. Todos los quistes de Tarlov no producen molestias y posiblemente sólo los muy grandes debieran de tratarse de manera agresiva,no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad. 

    A continuación presentamos una serie de casos de personas mayores con quistes de Tarlov en la región sacra,cuya existencia no parecía tener relación con la sintomatología clínica que padecían.
    FIGURA 1) Esquema figurado en el que se intenta representar los dos tipos de quistes perineurales más característicos: Dilatación sacular focal de la vaina radicular (1) y dilatación seudodiverticular (2)

    CASO 1-A)                                                                                                       

    Mujer de 76 años, con lumbalgia sin irradiación. Es la primera exploración de la columna que se realiza.

    FIGURA 1-B) Imagen FSE-T1. Dilatación quística que agranda el agujero de conjunción derecho S2-S3. Quiste de Tarlov perirradicular S2-Dcha.

    FIGURA 1-C) Imagen FSE-T2. Hiperseñal del quiste.


    FIGURA 1-D) Imagen FSE-T1. En la imagen axial se aprecia el agrandamiento que produce el quiste en el agujero de conjunción (flecha amarilla). Las flechas rojas señalan los agujeros S1-S2 normales, con las vainas radiculares de S1, en el centro. 


    CASO 2)                                                                                                       

    Mujer de 81 años. Lumbalgia de varios años atribuida a los fenómenos degenerativos artrósicos tan importantes que padecía y al aplastamiento de L3. No se le prestó importancia al pequeño quiste radicular intrasacro. 

    FIGURA 2-A) Imagen FRFSE-T2. Pequeño quiste de Tarlov, intrasacro.

    FIGURA 2-B) Imagen FSE-T2. Pequeño quiste radicular izquierdo. (Flecha)


    FIGURA 2-C) El quiste parece corresponder a una dilatación seudodiverticular, por su aspecto polilobulado.

    FIGURA 2-D) Imagen STIR-T2. Hiperseñal del quiste.

    CASO 3)                                                                                                       

    Varón de 71 años. Lumbalgia.

    FIGURA 3-A) Imagen FSE-T1. Pequeños quistes de Tarlov, perirradiculares izquierdos, en L5-S1 y S1-S2.

    FIGURA 3-B)Imagen FSE-T2. Pequeños quistes radiculares hiperintensos, en L5 y S1.

    CASO 4)                                                                                                       


    Varón de 76 años. Lumbociática bilateral que fue atribuida a discopatía degenerativa L4-L5 y estenosis foraminal, pero no al quiste intrasacro.


    FIGURA 4-A) Imagen FSE-T1. Pequeño quiste radicular de Tarlov. Flecha. Discopatía degerativa crónica L4.L5. Artrosis de la articulaciones interapofisarias L3-L4, L4-L5 y L5-S1

    FIGURA 4-B) Imagen FRFSE-T2. Pequeños quiste radicular intrasacro, polilobulado, que erosiona el muro posterior de las vértebras sacras.

    CASO 5)                                                                                                       

    Mujer de 58 años. Lumbalgia crónica.

    FIGURA 5-A)Imagen FSE-T1. Pequeño quiste radicular intrasacro. (Flecha). Discopatía degerativa crónica L3.L4. 

    FIGURA 5-B) Imagen FSE-T2. Pequeño quiste radicular intrasacro. (Flecha). Discopatía degerativa crónica L3.L4

    CASO 6)                                                                                                       

    Varón de 38 años. Lumbalgia.

    FIGURA 6-A) Imagen FSE-T1. Pequeño quiste radicular intrasacro. (Flecha).

    FIGURA 6-B) Imagen FRFSE-T1. Pequeño quiste radicular intrasacro. (Flecha).

    DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: Todos los quistes espinales que se descubren en exploraciones de TC o TRM de la columna vertebral, realizadas por cualquier motivo, no tienen que ser forzosamente quistes de Tarlov. Hay otras muchas lesiones quísticas que no deben confundirse con los quistes perineurales. Las más frecuentes son.

    1) QUISTES ARACNOIDEOS: También conocidos como quistes leptomeníngeos, porque se desarrollan en una de las membranas de la leptomeninge, la aracnoides. Son congénitos y pueden crecer en la cavidad craneal y a lo largo del canal espinal. No están comunicados con el espacio subaracnoideo como los quistes de Tarlov. Algunos son de gran tamaño y comprimen las estructuras vecinas. 


    FIGURA 1-A) Niña de 6 años con lumbociática. Imagen FSE-T1. La flecha señala el  ensanchamiento anómalo del canal espinal sacrocoxígeo.


    FIGURA 1-B) imagen FRFSE-T2. Lesión cistoidea, alargada, con una intensidad de señal más elevada que la del LCR del canal espinal. Comprime el saco dural y las raíces de la cola de caballo.


    FIGURA 1-C) Imagen FRFSE-T2. El quiste parece independiente del saco dural.


    FIGURA 1-D) Imagen FRFSE-T2. En esta imagen axial se aprecia como el quiste aracnoideo se introduce por los agujeros de conjunción, desplazando a las raíces sacras (flechas).

    2) MENINGOCELES: Con el término meningocele se conoce una evaginación de la aracnoides y la duramadre a través de un defecto óseo en el cráneo o en el canal espinal. El meningocele está comunicado con el espacio subaracnoideo, de forma que el LCR rellena y circula libremente por el interior del quiste. 

    FIGURA 2-A) Voluminoso meningocele sacro (asteriscos) que erosiona el muro posterior de las vértebras sacras y hace prominencia por debajo de la piel.


    FIGURA 2-B) Imagen FSE-T2. El meningocele presenta hierseñal en T2. No aparecen tan brillantes como otros quistes porque se producen turbulencias de flujo de LCR en su interior.


    FIGURA 2-C) La flecha señala el defecto óseo en el arco neural de la vértebra, circunstancia que favorece la protrusión subcutánea del meningocele.

    BIBLIOGRAFÍA: 
    1)1. Tarlov IM. Perineural cysts of the spinal nerve roots. Arch Neurol Psychiatr 1938; 40:1067-1074.
    2 Peter Yoo, MD, Shane Lee, BA, Nikhil Bhagat, MD, Huey-Jen Lee, MD Sacral Extradural Meningeal Cyst: Is It an Incidental Finding? American Society of Spine Radiology, (2006) Meeting Abstracts.
    3)Tarlov cysts: a cause of low back pain? Mayo Clinic website : http://www.mayoclinic.com/health/tarlov-cysts/AN01603 . Mayo 22, 2009.
    4) Therapeutic percutaneous image-guided aspiration of spinal cysts. NHS National Institute for Health and Clinical. Website. http://www.nice.org.uk/nicemedia/pdf/IPG223guidance.pdf. Mayo 2009.
    5) http://www.quistesdetarlov.es/




    SINCONDROSIS NEUROCENTRAL DE LOS CUERPOS VERTEBRALES (Neurocentral Synchondrosis. MRI Findings) by luis mazas artasona. Febrero 2015

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    Bajo un enfoque anatómico y fisiológico estrictos las Sincondrosis son un tipo de articulaciones cuyas superficies óseas están separadas por una fina banda de tejido cartilaginoso. Se incluyen en el grupo de las articulaciones inmóviles denominadas sinartrosis. La interlínea articular se observa en las radiografías sólo, durante el periodo de crecimiento, porque antes de los veinte años se fusionan  y prácticamente desaparecen. Las sincondrosis más conocidas se encuentran en la interlínea epífisis-metáfisis de los huesos largos, en los cuerpos vertebrales, articulaciones esterno-costales de las primeras costillas  y en la sincondrosis esfeno-occipital.

    En las vértebras, esta articulación se denomina Sincondrosis Neurocentral y se manifiesta gráficamente por una hendidura longitudinal que se localiza en los cuerpos vértebrales, a ambos lados de la zona de fijación de los pedículos (Figura 1). En las imágenes de TRM (IRM) se observan como un trazo hipointenso (oscuro) que se continúa a lo largo de toda la columna. Es un variante anatómica, un hallazgo sin importancia pero que despierta la atención de los Técnicos y de los Médicos Residentes, porque es una imagen muy desconocida. Habitualmente suelen consultar: "He visto algo raro en las vértebras que no me parece patológico, pero no sé lo que es". A veces, en los cortes de orientación axial, que se realizan a los niños que han sufrido un traumatismo espinal importante, parecen fracturas vertebrales.


    FIGURA 1) En el dibujo se representa el trazado de las articulaciones neurocentrales, antes de fusionarse los respectivos núcleos de osificación.

     Key Words: Neurocentral Synchondrosis. Synchondrosis.


    La sincondrosis neurocentral es una consecuencia del proceso de osificación de los cuerpos vertebrales que comienza en el periodo intrauterino. Las vértebras cartilaginosas comienzan a osificarse en la octava o novena semana de vida intrauterina, a partir de tres grandes núcleos de osificación primarios: uno, o en ocasiones dos, en el cuerpo vertebral y dos más, uno a cada lado, en el arco neural (Figura 2). Estos centros de osificación primarios comienzan a crecer de forma centrípeta hasta que se fusionan entre ellos, al final de la pubertad formando una vértebra compacta. Por eso en las exploraciones de TRM de la columna, realizadas a niños por cualquier motivo, se aprecia la banda longitudinal de la articulación en todas las vértebras, en los cortes parasagitales derechos e izquierdos. Hallazgo normal que no debe inducir a error.

    En las siguientes imágenes presentamos algunos casos de sincondrosis neurocentral característicos.


    FIGURA 2) Representación esquemática de los núcleos de osificación primarios de una vértebra.

    CASO 1)                                                                                                   



    Varón de 11 años.


    FIGURA 1-A) Imagen FRFSE-T2.Las flechas señalan los trazos hipointensos que delimitan las sincondrosis neurocentral de los cuerpos vertebrales.


    FIGURA 1-B) Imagen FRFSE-T2. Las curvas fisiológicas de la columna son la causa de que la sincondrosis no se aprecie de igual manera en todas las vértebras.


    FIGURA 1-C)  Imagen FSE-T1. Sincondrosis neurocentral (Flechas).




    CASO 2)                                                                                                      

    Varón de 8 años.

    FIGURA 2-A) Imagen FRFSE-T2.Las flechas señalan los trazos hipointensos que delimitan las sincondrosis neurocentral de los cuerpos vertebrales dorsales.



    FIGURA 2-B Imagen FRFSE-T2. Sincondrosis neurocentral (Flechas) No se aprecia con nitidez en toda la columna por defecto de centrado del paciente en la mesa de exploración.

    CASO 3)                                                                                                      

    Mujer de 30 años.


    FIGURA 3-A) Imagen axial de TAC. En la edad adulta los huesos que formaron la articulación se han fusionado por completo y tan sólo queda una zona esclerosa que delimita la articulación de la infancia (Flechas).




    BIBLIOGRAFIA:

    1) Rajwani T, Bhargava T, Lambert R y cols. Development of the neurocentral junction as seen on magnetic resonance images. Stud Health Technol Inform.2002;91:229-34. 

    2) Rajwani T, Bhargava T, Moreau M y cols.MRI characteristics of the neurocentral synchondrosis.Pediatr Radiol 2002 Nov;32(11):811-6. Epub 2002 Jul 18.


    SINCONDROSIS ESFENOBASILAR. (Sphenobasilar Synchondrosis: CT and MRI Findings) by luis mazas artasona. Febrero 2015.

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    La sincondrosis esfenobasilar o esfeno-occipital, se observa con frecuencia en las imágenes de IRM craneoencefálica realizadas a los niños, hasta la pubertad. Esta articulación se sitúa entre la lámina cuadrangular del hueso esfenoides y la apófisis basilar del occipital y se aprecia perfectamente en las imágenes de IRM. Los extremos de las mencionadas estructuras anatómicas que delimitan la sincondrosis, se van desarrollando con la edad, desde sus respectivos núcleos de osificación, hasta que se fusionan definitivamente a partir de los 15-20 años. En la edad adulta la sincondrosis apenas es visible y sólo en las imágenes de Tomografía Computarizada, puede observarse como un trazo denso que delimita la antigua articulación cartilaginosa.

    El aspecto de ambos huesos fusionados, contemplado en las imágenes de orientación sagital de TC e IRM, adopta una morfología triangular. Esta estructura anatómica triangular formada por dos huesos distintos se conoce erróneamente en el lenguaje coloquial como clivus. El término clivus no es un apelativo anatómico porque no existe ningún hueso con ese nombre, sino morfológico porque hace referencia al plano inclinado que forma la cortical de ambos huesos, en la base del cráneo. El apelativo clivus, derivado de la palabra latina "clivum" significa pendiente. Esta pendiente de la superficie ósea esfeno-occipital se extiende desde el dorso de la silla turca hasta el agujero occipital. La denominación, clivus, se atribuye a Johann Friedrich Blumenbach médico alemán (Gotha 1752, Gotinga 1840) dedicado a la antropología que se hizo famoso por la clasificación de los seres humanos en grupos raciales, según sus características anatómicas. 

    FIGURA 1) Reconstruccion multiplanar (MPR) de TC craneoencefálica. La sincondrosis esfeno-basilar ha desaparecido, por osificación, en esta persona de 42 años. Las líneas amarillas delimitan la pendiente, "clivus", formada por la la cortical ósea de la lámina cuadrangular del esfenoides y la apófisis basilar del occipital. 

    Key Words: Sphenobasilar Synchondrosis. Sphenoccipital Synchondrosis. Synchondrosis. Blumenbach´s clivus.




    FIGURA 2) Representación pictórica figurada de la sincondrosis basiesfenoidal.


    FIGURA 3) Aspecto real de la sincondrosis basiesfenoidal, en un niño de 11 años.
      

    FIGURA 4) En el dibujo se representan los huesos que delimitan la articulación en una persona joven: la lámina cuadrangular (cuadrilátera) del esfenoides y la apófisis basilar del occipital.
      
    FIGURA 5) Imagen IRFSE-T1 (GE). En este neonato de 14 días aparecen delimitadas, por una línea de puntos blancos,  la lámina cuadrangular del esfenoides y la apófisis basilar del occipital. Apenas destacan de los tejidos circundantes por la escasa osificación a esa edad y la ausencia de tejido adiposo en el hueso esponjoso.


    FIGURA 6) Imagen IRFSE-T1. A los dos años, el contorno óseo es más evidente y ya se evidencia con claridad la sincondrosis esfenobasilar (flechas amarillas). 


    FIGURA 7) Imagen TSE-T1. (Siemens). Sincondrosis esfenobasilar (flechas amarillas), a los 11 años. 


    FIGURA 8) Imagen TSE-T1. (Siemens). A los 15 años la sincondrosis esfenobasilar  ha desaparecido por fusión de los huesos (flechas amarillas). 



    FIGURA 9) Aspecto de la sincondrosis esfenobasilar (esfeno-occipital) en una imagen de TC de la base del cráneo, a los 11 años. En la interlínea articular se aprecian remanentes cartilaginosos calcificados.

    FIGURA 10) En la edad adulta (25 años) las superficies óseas articulares se han fusionado y tan sólo persiste un trazo denso escleroso donde se situaba la articulación.


    FIGURA 11) Imagen FSE-T1. En la edad adulta (25 años) también ha desaparecido por completo la articulación. El hueso formado por la lámina cuadrangular y la apófisis occipital aparece hiperintenso, por el incremento de tejido adiposo que se deposita entre la médula ósea hematopoyética, con la edad.

    BIBLIOGRAFIA:
    1) Blumenbach JF: Collectionis suae Craniorum Diversarum Gentium Illustrate Decades (1790-1828)
    2) Kewal Krishnan and Tanuj Kanchan. Evaluation of spheno-occipital synchondrosis: A review of literature and considerations from forensic anthropologic point of view. J Forensic Dent Sci. 2013 Jul-Dec; 5(2): 72–76.
    3) Das S, Ghafar NA. Closure of the spheno-occipital suture of skull: Anatomical and forensic considerations. J Forensic Leg Med. 2010;17:449. 

    VENAS BASIVERTEBRALES. (Basivertebral Veins: CT and MRI Findings) by luis mazas artasona. Marzo 2015.

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    Los plexos venosos que discurren a lo largo de la columna vertebral, son bastante desconocidos en la práctica médica cotidiana porque resulta difícil demostrar su existencia mediante modalidades de Diagnóstico por Imagen. Sin embargo existe un entramado venoso que se extiende por toda la columna, cuya función consiste en recoger la sangre venosa procedente de los cuerpos vertebrales, la médula espinal, las meninges y los músculos paravertebrales. Todos estos plexos están conectados entre sí por una tupida red venosa. Desde un punto de vista anatómico se distinguen tres vías de circulación de la sangre venosa:

    1) Plexo venoso vertebral anterior que circula por el espacio paravertebral anterior.
    2) Plexo venoso interno que discurre por el espacio epidural del canal espinal, en contacto íntimo con el muro posterior de los cuerpos vertebrales.
    3) Plexo venoso vertebral posterior que se extiende a lo largo del espacio paravertebral posterior. 

    El drenaje de la sangre del hueso esponjoso de los cuerpos vertebrales, se produce a través de una gruesa vena basivertebral que drena en el plexo venoso interno. Este conducto venoso surge de la confluencia de las venas que penetran a través del muro anterior de la vértebra, atraviesan el hueso esponjoso del cuerpo vertebral y confluyen en el plexo venoso epidural interno. Esta comunicación se produce a través de un agujero anatómico que existe en el muro posterior de las vértebras. 

    Los agujeros de salida de las venas basivertebrales, no se aprecian en las radiografías convencionales de la columna, pero sí se observan con gran detalle en las imágenes de TC e IRM de la columna. A continuación presentamos algunos casos de esta variante anatómica, que puede confundirse con pequeñas fracturas lineales. Se observan desde el nacimiento y su tamaño es variable, aunque suelen hacerse más grandes con la edad.

    FIGURA 1) Representación pictórica figurada de los plexos venosos anterior, interno y posterior, sobre una imagen MPR de Tomografía Computarizada de la columna lumbosacra. También se han representado las venas basivertebrales.
    Key Words: Venas Basivertebrales. Basivertebral Veins. Plexo venoso vertebral interno.


    FIGURA 2) Representación pictórica figurada de la vena basivertebral y de sus ramas que siguen un trayecto radial.
    FIGURA 3) La imagen representa la vena basivertebral y pequeños depósitos de tejido adiposo que se acumulan, con la edad, en el conducto de salida de la vena.
    FIGURA 4) Aspecto de los agujeros de las venas basivertebrales en una reconstrucción MPR de TC de la columna, realizada por un traumatismo lumbar (Flechas amarillas). Fractura de la epífisis postero-inferior de L4.
    FIGURA 5) Aspecto de los agujeros de las venas basivertebrales en una Reconstrucción MultiPlanar (MPR) de TC de la columna, (Flechas amarillas), en otro paciente de 65 años. Hundimiento postraumático de la epífisis supero-anterior de L4.
    FIGURA 6) Aspecto normal del agujero basivertebral en una imagen axial de Tomografía Computarizada. El borde escleroso de los contornos del agujero excluye una lesión.
    FIGURA 7) Aspecto normal de otro agujero basivertebral (Flecha).
    FIGURA 8) La medición de los coeficientes de atenuación en el interior del agujero detecta los depósitos normales de tejido adiposo que se acumulan en el interior, con la edad.
    FIGURA 9) Aspecto de los agujeros de las venas basivertebrales en una Reconstrucción MultiPlanar (MPR) de orientación coronal, de TC de la columna, (Flechas).
    FIGURA 10) Imagen de Eco de Gradiente con contraste endovenoso. En ella se aprecia perfectamente la vena basivertebral (flecha roja).
    FIGURA 11) Imagen FSE-T1. En ella se aprecian los agujeros basivertebrales, oscuros, por el vacío de señal de las venas. Aparecen contorneados por un halo hiperintenso de tejido adiposo, consecuencia de la sustitución fisiológica de la médula roja hematopoyética por grasa. Hallazgo completamente normal.
    FIGURA 12)  Imagen FSE-T2. En esta potenciación los agujeros brillan, porque al brillo de la grasa en T2 se une el de las venas, que tienen un flujo enlentecido.
    FIGURA 13)  Imagen FSE-T1. En ella se aprecian los agujeros basivertebrales, oscuros, por el vacío de señal de las venas (Flechas).
    FIGURA 14) Imagen FRFSE-T2. También en la columna cervical se pueden apreciar los agujeros de conjunción hiperintensos en T2. 
    FIGURA 15) Imagen FSE-T1. Es muy frecuente que la sustitución de la médula roja hematopoyética, por tejido adiposo se produzca alrededor de los agujeros basivertebrales para luego extenderse a todo el hueso esponjoso del cuerpo vertebral. Hallazgo normal. 
    FIGURA 16) Imagen FRFSE-T2. Aspecto normal de los agujeros basivertebrales.  
    FIGURA 17)  Imagen FRFSE-T2, de orientación coronal. Aspecto normal de los agujeros basivertebrales.  
    Resumiendo, la representación de los agujeros basivertebrales, en imágenes de Tomografía Computarizada e IRM de la columna, es un hallazgo normal, y el aspecto variable puede modificarse con la edad.
    BIBLIOGRAFÍA:
    1) Atlas Image at the University of Michigan Health System - "Venous Drainage of the Vertebral Column".
    2)  Gray Henry. (1825–1861).  Anatomy of the Human Body.  1918. Page 668.

    ARTEFACTO DE ANEFACTO (Annefact Artifact in MRI) by luis mazas artasona. Marzo 2015

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    Con el apelativo "artefactos" utilizado en el campo de la IRM, se designa a cualquier trazo, mancha o sombreado que aparece de manera inesperada y degrada la calidad de las imágenes de Tomografía por Resonancia Magnética. Hay muchas causas que producen artefactos, unas son físicas y otras técnicas. En este apartado se muestran algunas imágenes con artefactos de anefacto, se explica porqué se producen y cómo se pueden evitar.   

    La aparición de estos artefactos es muy frecuente en las exploraciones de la columna vertebral y la rodilla, cuando se utilizan antenas de superficie multicanal Phased Array y secuencias de pulsos rápidas, como las Fast Espín Eco. Se caracterizan por unos trazos brillantes y oscuros  que aparecen en todas las imágenes de orientación sagital y coronal. Parecen brochazos de pintura blanca que se disponen escalonados, en el centro de la imagen, en el sentido de la codificación por la Fase (Figura 1). Están provocados por las señales parásitas que se generan fuera de los contornos del FOV y que son detectadas por alguno de los módulos distales de la antena. Es un error técnico que indica que no se han seleccionado adecuadamente los módulos de la antena correspondientes a la estructura anatómica que se va a explorar.

    FIGURA 1) Artefactos de anefacto que se superponen sobre la columna lumbosacra impidiendo su visualización.

    Key Words: MRI artifacts. Annefact Artifact. MRI.



    FIGURA 2) Antena "Phased Array" de columna (Signa Excite 1´5T. GE). Este tipo de antenas constan de varios módulos de recepción que recogen la señal de RM de manera individualizada. En ésta, hay seis módulos marcados con números (flechas). Como norma, se activan los dos primeros CS12, para realizar una exploración de la columna cervical. Para la columna dorsal deben activarse los siguientes TS34 y para la lumbosacra, los restantes LS56. Pero no todos los pacientes son igual de altos, por lo que, a veces, hay que hacer correcciones de esta norma general para que no se produzcan artefactos. Aquí entra en juego la pericia del Técnico y el control de calidad del Médico Residente.  

    FIGURA 3) En esta recreación figurada se han marcado los módulos de la antena 2,3,4 y 5. El 1 y el 6 no se ven pero están ahí. El FOV marcado por el Técnico abarca la región dorsal, por tanto para obtener un estudio correcto debiera activar los módulos 23 y 4, para que no se produzca el artefacto de anefacto.

    FIGURA 4)  Sin embargo ha activado, de manera incorrecta, los módulos CS123 (flecha amarilla) impropios para la columna dorsal. El resultado es una falta de señal en la porción inferior de la imagen (porque no está activado el módulo 4 que hubiera recogido la señal de esa región anatómica) y la aparición de un artefacto de anefacto, brillante, producido por las señales parásitas recogidas por el módulo 1 de la antena que está fuera de los contornos del FOV pero activado ¿Cómo se puede solucionar este problema? Pues seleccionando los módulos adecuados y repitiendo la exploración. (Cuatro minutos más de tiempo).

    En las siguientes imágenes (Figuras 5,6,7 y 8) se aprecia el artefacto de anefacto en las columnas de la izquierda, porque se han seleccionado, incorrectamente los módulos CS123 (flechas amarillas) dela antena Phased Array. sin embargo en las columnas de la izquierda el artefacto desaparece, porque se ha repetido la exploración activando los módulos correctos CT234 de la antena (flechas blancas).


    FIGURA 8)


    BIBLIOGRAFÍA:
    1) Graves MJ, Mitchell DG. Body MRI artifacts in clinical practice: a physicist's and radiologist's perspective. J Magn Reson Imaging 2013; 38:269-287.      

     2) Zhuo J, Gullapalli RP. AAPM/RSNA physics tutorial for residents. MR artifacts, safety and quality control. Radiographics 2006;26:275-297.


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