Los plexos venosos que discurren a lo largo de la columna vertebral, son bastante desconocidos en la práctica médica cotidiana porque resulta difícil demostrar su existencia mediante modalidades de Diagnóstico por Imagen. Sin embargo existe un entramado venoso que se extiende por toda la columna, cuya función consiste en recoger la sangre venosa procedente de los cuerpos vertebrales, la médula espinal, las meninges y los músculos paravertebrales. Todos estos plexos están conectados entre sí por una tupida red venosa. Desde un punto de vista anatómico se distinguen tres vías de circulación de la sangre venosa:
1) Plexo venoso vertebral anterior que circula por el espacio paravertebral anterior.
2) Plexo venoso interno que discurre por el espacio epidural del canal espinal, en contacto íntimo con el muro posterior de los cuerpos vertebrales.
3) Plexo venoso vertebral posterior que se extiende a lo largo del espacio paravertebral posterior.
El drenaje de la sangre del hueso esponjoso de los cuerpos vertebrales, se produce a través de una gruesa vena basivertebral que drena en el plexo venoso interno. Este conducto venoso surge de la confluencia de las venas que penetran a través del muro anterior de la vértebra, atraviesan el hueso esponjoso del cuerpo vertebral y confluyen en el plexo venoso epidural interno. Esta comunicación se produce a través de un agujero anatómico que existe en el muro posterior de las vértebras.
Los agujeros de salida de las venas basivertebrales, no se aprecian en las radiografías convencionales de la columna, pero sí se observan con gran detalle en las imágenes de TC e IRM de la columna. A continuación presentamos algunos casos de esta variante anatómica, que puede confundirse con pequeñas fracturas lineales. Se observan desde el nacimiento y su tamaño es variable, aunque suelen hacerse más grandes con la edad.
FIGURA 1) Representación pictórica figurada de los plexos venosos anterior, interno y posterior, sobre una imagen MPR de Tomografía Computarizada de la columna lumbosacra. También se han representado las venas basivertebrales.
Key Words: Venas Basivertebrales. Basivertebral Veins. Plexo venoso vertebral interno.
FIGURA 2) Representación pictórica figurada de la vena basivertebral y de sus ramas que siguen un trayecto radial.
FIGURA 3) La imagen representa la vena basivertebral y pequeños depósitos de tejido adiposo que se acumulan, con la edad, en el conducto de salida de la vena.
FIGURA 4) Aspecto de los agujeros de las venas basivertebrales en una reconstrucción MPR de TC de la columna, realizada por un traumatismo lumbar (Flechas amarillas). Fractura de la epífisis postero-inferior de L4.
FIGURA 5) Aspecto de los agujeros de las venas basivertebrales en una Reconstrucción MultiPlanar (MPR) de TC de la columna, (Flechas amarillas), en otro paciente de 65 años. Hundimiento postraumático de la epífisis supero-anterior de L4.
FIGURA 6) Aspecto normal del agujero basivertebral en una imagen axial de Tomografía Computarizada. El borde escleroso de los contornos del agujero excluye una lesión.
FIGURA 7) Aspecto normal de otro agujero basivertebral (Flecha).
FIGURA 8) La medición de los coeficientes de atenuación en el interior del agujero detecta los depósitos normales de tejido adiposo que se acumulan en el interior, con la edad.
FIGURA 9) Aspecto de los agujeros de las venas basivertebrales en una Reconstrucción MultiPlanar (MPR) de orientación coronal, de TC de la columna, (Flechas).
FIGURA 10) Imagen de Eco de Gradiente con contraste endovenoso. En ella se aprecia perfectamente la vena basivertebral (flecha roja).
FIGURA 11) Imagen FSE-T1. En ella se aprecian los agujeros basivertebrales, oscuros, por el vacío de señal de las venas. Aparecen contorneados por un halo hiperintenso de tejido adiposo, consecuencia de la sustitución fisiológica de la médula roja hematopoyética por grasa. Hallazgo completamente normal.
FIGURA 12) Imagen FSE-T2. En esta potenciación los agujeros brillan, porque al brillo de la grasa en T2 se une el de las venas, que tienen un flujo enlentecido.
FIGURA 13) Imagen FSE-T1. En ella se aprecian los agujeros basivertebrales, oscuros, por el vacío de señal de las venas (Flechas).
FIGURA 14) Imagen FRFSE-T2. También en la columna cervical se pueden apreciar los agujeros de conjunción hiperintensos en T2.
FIGURA 15) Imagen FSE-T1. Es muy frecuente que la sustitución de la médula roja hematopoyética, por tejido adiposo se produzca alrededor de los agujeros basivertebrales para luego extenderse a todo el hueso esponjoso del cuerpo vertebral. Hallazgo normal.
FIGURA 16) Imagen FRFSE-T2. Aspecto normal de los agujeros basivertebrales.
FIGURA 17) Imagen FRFSE-T2, de orientación coronal. Aspecto normal de los agujeros basivertebrales.
Resumiendo, la representación de los agujeros basivertebrales, en imágenes de Tomografía Computarizada e IRM de la columna, es un hallazgo normal, y el aspecto variable puede modificarse con la edad.
BIBLIOGRAFÍA:
1) Atlas Image at the University of Michigan Health System - "Venous Drainage of the Vertebral Column".
2) Gray Henry. (1825–1861). Anatomy of the Human Body. 1918. Page 668.
2) Gray Henry. (1825–1861). Anatomy of the Human Body. 1918. Page 668.