La medida del Coeficiente de Atenuación en Tomografía Computarizada es un recurso diagnóstico que resulta de gran ayuda en algunos casos concretos. Se utiliza menos de lo que debiera, porque los modernos aparatos de Tomografía Computarizada proporcionan imágenes muy concluyentes que ofrecen pocas dudas diagnósticas. Sin embargo en Neurorradiología es una herramienta válida que ayuda a solventar algunas vacilaciones diagnósticas. Quizá la más frecuente surge cuando nos encontramos una pequeña imagen hiperdensa (blanca), en el parénquima encefálico, que plantea diagnóstico diferencial entre microcalcificaciones o un pequeño foco hemorrágico. Parece una duda poco importante, pero puede tener una repercusión vital si se confunde una pequeña hemorragia con un depósito de sales de calcio. En este caso concreto nos puede ayudar la medida del coeficiente de atenuación porque sabemos que una hemorragia cerebral no supera las 75 UH y el calcio las rebasa con creces. Ahora bien, ya hemos mencionado en la entrada anterior que la medida de dicho coeficiente puede ser errónea y que para evitar el error de Volumen Parcial, hay que hacer cortes lo más finos como sea posible. En las siguientes imágenes presentamos un caso demostrativo.
FIGURA 1) Paciente al que se le realiza una TC craneoencefálica porque había sufrido un accidente de tráfico con perdida transitoria de la consciencia. En la imagen, obtenida con un grosor de corte de 5 milímetros se aprecia un pequeño cúmulo hiperdenso. Parecen depósitos de calcio, pero con el antecedente de traumatismo craneoencefálico, surgen las vacilaciones. Mediremos el coeficiente de atenuación para salir de dudas (Figura 2).
(Patient who underwent askull-brainCTbecause he had suffereda traffic accidentwithtransient lossof consciousness.Inthe image, obtained with aslice thicknessof 5mm, wecan see asmall hyperdense cluster.They seemcalcifications, butwith a historyof head trauma,vacillationsarise. We will measurethe attenuation coefficienttofind out for sure(Figure 2).
FIGURA 2) Como podemos apreciar, se obtienen unas cifras de 65 UH que son típicas de la sangre. ¿Será un pequeño foco hemorrágico? Los neurocirujanos que han venido a la sala del Escáner apremian para que demos un diagnóstico definitivo. Para descartar el error de volumen parcial programamos una segunda adquisición de la zona sospechosa con cortes de 0´5 milímetros. El resultado son las diez imágenes siguientes.
(As we can appreciate, are obtainednumbers of 65 UHthat are typical ofthe blood.Will it bea smallhemorrhagic focus? Neurosurgeons,who have come tothescannerroom,requirea definitive diagnosis.To discard thepartialvolume error, we perform a second acquisition, from thesuspicious area, with slicesof0.5mm.The resultare the tenimages below)
FIGURA 3) Secuencia de 10 imágenes obtenidas con un grosor de corte de 0´5 milímetros.A continuación, realizamos una segunda medición sobre una de ellas (Figura 4).
(Sequenceof 10 imagesobtained with aslice thicknessof0.5mm.We then performa second measurementof the hyperdense lesion(Figure 4).
FIGURA 1) Corte de 0´5 milímetros. El coeficiente de atenuación se calcula sobre un minúsculo vóxel cúbico de 0´5 milímetros de lado, con lo que se corrige el error de cálculo de la imagen anterior y el resultado real es de 153´86 UH. Con estas cifras no hay duda de que se trata de un pequeño cúmulo de calcificaciones. El ojo del sistema informático del Toshiba Aquilion 64 es más exacto que el ojo humano, cuando las cosas se hacen bien. Dilema solucionado.
(A0.5millimeters slice.The attenuation coefficientis calculated ona tiny0.5mmcubicvoxel, thus correcting theerror in calculationofthe previous image the resultis153'86UH. With these numbersnodoubt thatit is asmall clusterof calcifications.The eye of thecomputer systemToshibaAquilion64 ismore accurate than thehuman eye,where thingsare done right. Dilemmasolved)
Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) Zaragoza. Spaiñ